Diario de Viaje
Por: Pablo Íñigo Argüelles / @piaa11 

Primero maté a una. Y  luego a otra.

Lo hice —pero eso lo supe después— con esa superioridad asquerosa que caracteriza a los hombres y que les deja un sabor a cobre en la saliva.

Al ser humano, vamos, cuando siente esa preeminencia, a eso me refiero; esa superioridad que sienten sobre los seres más pequeños, los más chiquitos que él, los más diminutos, los que se pueden aplastar con un pulgar.

Al siguiente día maté a otra, y luego a otra más. La última era más grande que las anteriores, que mis otras víctima. Lo hice —lo supe después también — por miedo, supongo, por ese miedo asqueroso que los hombres sienten hacia lo que no conocen y que deviene, siempre, en despojo a lo otro, de lo otro, hasta que eso otro nos  va resultando familiar, hasta que lo deformamos en lo que cabe en nuestra pequeña mente y le damos muerte. Dando muerte, solo a veces así se mitiga el miedo. Dando muerte.

Luego vino otra. Se posó en el mismo lugar del marco de la ventana y a los pocos minutos otra más vino y se posó junto a ella. Jamás las había visto, no así, no ahí, y ahora llegaban en par y a diario.

Pero ya no sentía miedo, sino curiosidad, que es también una especie de miedo pero mucho más humano. Ya no quise matarlas ni aplastarlas. Pero algo, algo sobrevino en mí, que en lugar de querer matarlas, decidí mejor observar. En ellas no hay movimiento ni nada que pruebe que están vivas. Solo están ahí paradas, sin ninguna intención aparente, como quien se resguarda bajo un techo improvisado cuando la tormenta.

Y me pregunté,  ¿porque había matado a las anteriores?

Mis dedos teclean. Google: insecto, alas largas, cola respingada. 

La búsqueda arroja inmediatamente lo que mis palabras remueven en el algoritmo:

 

Efímeras: insectos…cuerpo alargado…color ceniciento…habita en las orillas… apenas vive un día. 

Apenas vive un día.

Apenas vive un día.

Me sentí el ser más miserable. Mi miedo estúpido por todo lo que vuela, por todo lo que zumba, por todo lo que tiene más de ocho patas, destrozó la efímera existencia de una efímera. Eso.

Apenas vive un día. Apenas vive un día.

Seguiré contando.

 

PS

Intenté ganar Scrabble con “vístima”. Fallé.