También optan por ofrecer el llenado de tanques a domicilio a menor precio, venderlos sin sello de seguridad, ni factura, o cubrir sólo los pedidos de “clientes confiables”.
Por: Guadalupe Juárez
La venta ilegal de gas LP en la entidad poblana es así: el gasero de las empresas comunes que transportan pipas del combustible o los que ya venden los cilindros de 20 kilos ofrecen “rellenar” los tanques a domicilio por un precio más bajo.
Ese combustible “más barato” proviene de los huachigaseros que perforan los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) y quienes lo distribuyen a los empleados de las diferentes gaseras legales en la ciudad y la zona metropolitana.
En otros lugares, los distribuidores del gas robado optan por llevar los cilindros de 20 kilos en motocicletas, cuyo precio oscila entre los 200 y 250 pesos, cuando el precio oficial es de 350 pesos.
LA CLANDESTINIDAD
En Xonacatepec, junta auxiliar ubicada al norponiente de la capital poblana, por las tardes era común ver las filas de distribuidores de gaseras como Sony Gas –señalada en diversas ocasiones por estar vinculados a la comercialización del gas hurtado– cargar las unidades en casas, utilizadas por los ladrones para almacenarlos.
Sin embargo, a inicios de este año, y después de que las autoridades pusieron los ojos en los distribuidores de combustible extraído de manera ilegal, los huachigaseros –como los empezaron a denominar– inhabilitaron sus almacenes y los cambiaron a otras zonas de la ciudad, indicó un vecino de la zona bajo la gracia del anonimato.
Una de esas casas se ubicaba en la colonia Cuitláhuac, la cual abandonaron después de que incrementaron los operativos del Ejército en el área.
No obstante –señaló– conservaron a los “clientes confiables”, por lo que seguían con el suministro con medidas de seguridad y filtros, para evitar que los detuvieran.
Los filtros consisten en “cargar” por la madrugada con horarios establecidos y ya no de manera masiva, tampoco hacen uso de los almacenes, y así ofrecen a esos clientes cargar a domicilio o llevarles los cilindros hasta sus casas.
Según testimonios de dicha junta auxiliar, otra manera de comercializar el combustible robado consiste en que los trabajadores de empresas gaseras combinan los cilindros rellenados con los “legales” y de esta manera pueden venderlos –sin que el cliente se percate– al precio oficial.
De la misma forma, ofrecen a los consumidores un “costo más bajo”, si aceptan el rellenado o los cilindros sin el sello de seguridad o factura.
En otros casos, a través de una pipa consiguen llenar los tanques estacionarios y hasta los cilindros por precios más bajos al comercial.
MODUS OPERANDI EN LA ZONA METROPOLITANA
Vecinos de la junta auxiliar de San Lorenzo Almecatla, perteneciente al municipio Cuautlancingo, relataron a 24 Horas Puebla, que en sus colonias ofertan el combustible entre 200 pesos a 250 pesos. Los distribuidores utilizan sus motos para trasladar los cilindros de 20 kilogramos.
“Las casas donde los almacenan son lujosas. Nadie les dice nada, desde ahí salen varias motos con los cilindros”, relató una habitante del lugar.
Puebla ocupa el primer lugar a nivel nacional en tomas clandestinas de gas licuado, pues de enero a marzo del año en curso se registraron 111 casos, lo cual significó un incremento de 326.92% en comparación con el mismo lapso del año pasado, de acuerdo con datos de Pemex otorgados vía transparencia al Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim).
