Por: Guadalupe Juárez

El presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Héctor Sánchez Sánchez, dio a conocer que en el Servicio Médico Forense (Semefo) contarán con un panteón donde resguardarán los restos humanos de cadáveres en calidad de desaparecidos, lo cual permitirá que los familiares de otros estados, e inclusive de Centroamérica, puedan identificar los restos.

En entrevista, el jurista detalló que el gobierno del estado les donó un predio para el funcionamiento de este cementerio y hay planes de un segundo en el municipio de Huejotzingo.

Sánchez Sánchez explicó que la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas obliga a los Semefos del país a tratar de “una manera especial” a las personas que no logran identificar y esperar a que haya un indicio de su identidad para entregarlos a sus deudos.

Para ello, cuentan con un sistema ante mortem que consiste en una base de datos que se comparte con todo el país y el  post mortem, el cual abarca el resto de los servicios forenses.

El TSJ recibe al mes entre 30 y 50 restos en calidad de desconocidos, número que depende de las diligencias de la Fiscalía General del Estado (FGE) para identificarlos.

El magistrado presidente detalló que han recibido a los colectivos de familias de otros estados que acuden al Semefo de la entidad poblana para buscar a sus seres queridos, quienes han tenido “resultados positivos”.

En este sentido, resaltó que el Semefo está a punto de ser certificado en estándares internacionales, con lo cual los dictámenes elaborados por su personal contarán con estos criterios, y así convertirse en una referencia en el país y a nivel internacional, en comparación con los servicios forenses de Centroamérica.

Sánchez Sánchez resaltó que han dado prioridad a la atención de las víctimas secundarias, es decir a los familiares de las personas desaparecidas, para lo cual instalaron una oficina de atención especial para ellos, cuya inversión fue de ocho millones de pesos, y un oratorio decuménico para quien requiera un “espacio espiritual”. Además, cuentan con un laboratorio de hispatología, que recién fue remodelado.