El mandatario estatal dejó en claro que no apoya al movimiento estudiantil, ni tampoco pretende interferir en la autonomía de la universidad y puntualizó que su presencia en el campamento obedece al diálogo que debe existir entre autoridades y sociedad.

Por: Guadalupe Juárez

El gobernador del estado, Luis Miguel Barbosa Huerta, pidió a los rechazados de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) levantar el plantón que mantienen en el Zócalo de la capital del estado y al rector de la máxima casa de estudios, Alfonso Esparza Ortiz, lo exhortó a recibirlos.

Durante un recorrido en el primer cuadro de la ciudad, el mandatario estatal dijo respetar la autonomía de la universidad y ofreció a los quejosos recibirlos en Casa Aguayo para buscar otras opciones para invertir su tiempo al no haber ingresado a la máxima casa de estudios poblana.

Entre las opciones se encuentra abrirles un lugar en otras carreras que ofrecen las universidades que dependen del estado, apoyos académicos a quienes consigan estudiar en otra institución y la búsqueda de un empleo, si así lo requieren, para esperar el proceso de admisión del próximo año.

En otro tema, se comprometió a incorporar carreras como Medicina —al ser la más demandada y la más saturada— en los programas de las universidades del estado, instalaciones que propuso podrían ubicarse cerca de hospitales generales para estar próximos a la experiencia de atención en el sector salud.

La iniciativa será analizada por la Secretaría de Educación estatal, dependencia que dará a conocer cuándo se pondría en marcha esta nueva oferta educativa.

Barbosa Huerta insistió a los manifestantes quitar el plantón por salud, pues dos de ellos como forma de protesta hacían huelga de hambre; sin embargo, al retirarse el gobernador del lugar los quejosos permanecieron en el espacio.

“Entiendo lo que ustedes pasan, nunca he sido alguien que ha tenido privilegios en la vida, nunca, fui un estudiante pobre. Fui a estudiar a México y comía frijoles y huevo, conozco la realidad de la pobreza”, dijo.

El mandatario estatal aclaró que al acudir con los manifestantes no era señal de apoyo al movimiento y una declaratoria contra la universidad, sino una muestra del diálogo que debe haber entre las autoridades y la sociedad. También, en señal de solidaridad cooperó con 500 pesos en el boteo de los integrantes del plantón.

Desde el 8 de julio el Frente Estudiantil Educación para Todos, —como se identifica el movimiento— conformado por alumnos de la BUAP que asesoran a aspirantes que no lograron ingresar a la máxima casa de estudios del estado por no alcanzar el puntaje idóneo, se comprometió a gestionar espacios para quienes fueron rechazados este año.

Sin embargo, la BUAP aclaró que para este ciclo habían incrementado la matrícula hasta 11%, a pesar de condiciones adversas como jubilaciones de docentes, la imposibilidad de contratar nuevos profesores e investigadores de tiempo completo, así como la reducción de estímulos.