Garganta Profunda
Por: Arturo Luna / @ALunaSilva
Desde el más alto nivel del PRI, desde la oficina que ocupa el presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Alejandro Moreno Peña, en el vetusto edificio de Insurgentes Norte, se hará pronto el anuncio del regreso, la rehabilitación política, del últimamente vapuleado ex secretario de Finanzas del gobierno interino, Jorge Estefan Chidiac. El poblano tendrá el encargo directo de Alito de preparar, como delegado especial, una de las elecciones más complicadas, pero también más prometedoras, que enfrentará el tricolor próximamente, con una gubernatura de por medio, al norte del país. Así, el también ex diputado federal, el PRI y su nueva dirigencia nacional envían al gobernador Miguel Barbosa el mensaje de que Estefan no se meterá en el estado, que están en paz y que las lenguas de filo doble que buscaron enemistarlos y generar un choque no lograron su cometido.
Con este nombramiento, se convertirá también en el segundo poblano que es considerado para el equipo cupular del gobernador con licencia de Campeche.
Ese selecto, muy selecto grupo, que atiende los “encargos delicados”, y en el que ya está Javier Casique Zárate como secretario de Acción Electoral del CEN.
La burbuja priista nacional, para acabar pronto.
Esa en la que juraban otros poblanos que ya estaban considerados, pero siguen sin recibir esa ansiada llamada de Alito.
Ni la recibirán.
Con su inclusión como delegado especial del CEN en ese estado, que por ahora está de más revelar, Estefan Chidiac recibe un espaldarazo de proporciones magníficas de su partido, el Revolucionario Institucional (PRI), y de Moreno Cárdenas, por supuesto.
Se despejan dudas.
Lejos está él de la orfandad partidista que le endilgaban las envidias dentro del priismo local.
Más todavía desde el edificio de la Diagonal, en donde los enanos del circo ya querían iniciarle un proceso de expulsión.
Ni vino la guillotina, ni crecerán esos enanos.
En un sentido completamente contrario y con contundencia, su partido lo rescata y lo rehabilita.
Se pondrán, sin duda, felices sus detractores, aquellos que lo enemistaron con Barbosa.
Lo prefieren como adversario externo que como posibilidad para disputar los afectos internos del barbosismo.
Hay quienes lo verán como un “regreso” al tricolor, pero en realidad nuca se fue.
Pero también habrá albricias entre sus aliados, aquellos que lo ven como una posibilidad de peso para 2021, para la candidatura priísta a la alcaldía de Puebla capital.
El tiempo además nos vendrá dejando conocer la verdad sobre su relación con el gobernador de Puebla.
Se despejará la nubosidad sobre la supuesta responsabilidad de Estefan en un presunto “derroche” en el gobierno interino.
Quienes están cerca del priista y conocen a Barbosa, saben que Jorge fue leal hasta el último momento.
Se va en paz con él.
Sin auditorías que lo persigan.
De otro modo sería impensable su regreso.
El espaldarazo del PRI.
El reconocimiento de Alito.
El futuro que ve de nuevo de frente.