El priista ha sido señalado por haber desviado recursos para la reconstrucción en Puebla tras el sismo del 19 de septiembre de 2017 y también por haber participado en La Estafa Maestra, todo con un mismo objetivo, hacerse de la candidatura en 2018.

Por: Staff 24 Horas Puebla

Las aspiraciones de Juan Carlos Lastiri Quirós de algún día convertirse en el candidato a la gubernatura de Puebla lo han llevado a estar, de forma frecuente, bajo la lupa por su participación en programas y acciones gubernamentales con anomalías. El último caso fueron las inconsistencias que se detectaron por la reconstrucción de viviendas dañadas por el 19-S.

El amparo que tenía por parte de Rosario Robles Berlanga, una de las ex funcionarias más cercanas al peñismo, le permitía placearse por la entidad con recursos públicos y bajo las siglas de Sedesol y luego de la Sedatu. Pero así como atrajo los reflectores en las elecciones de 2016 y 2018, en la Cuarta Transformación, ese apoyo ha enterrado políticamente al priista.

El destierro se debe a su posible vinculación con La Estafa Maestra y ahora por no haber realizado un censo adecuado de las viviendas afectadas por el sismo de 2017 y por la entrega de tarjetas a los beneficiarios cuando era subsecretario de la Sedatu —datos que son investigados por la Auditoría Superior de la Federación—, lo cual retrasó la reconstrucción en la entidad.

LA SOMBRA DEL 19-S

El miércoles pasado, desde Palacio Nacional, el gobierno federal develó una serie de irregularidades en el proceso de reconstrucción a nivel nacional, lo cual se reflejó en Puebla —la tercera entidad que más se vio afectada por el sismo del 19 de septiembre de 2017—: a 40% de los beneficiarios les entregaron incompleto el dinero para edificar de nuevo sus casas y 13% sólo se quedó con un folio en mano y nunca llegaron las tarjetas con las que cobrarían para poner en pie de nuevo sus hogares.

En su papel de subsecretario de la Sedatu, Lastiri Quirós asumió la responsabilidad de ser el representante del gobierno federal en Puebla, y nombrado como responsable del padrón y de la reconstrucción por su ex jefa, la entonces titular de la dependencia, Robles Berlanga, el priista organizaba reuniones con delegados y se fijaba como meta la entrega de casas en febrero de 2018, fecha fatal para concluir la reconstrucción.

Pero los meses pasaron, en la entidad se registraron dos elecciones para gobernador, y en la conmemoración de los dos años del sismo que dejó a miles sin viviendas, el nuevo titular de la Sedatu, Ramón Meyer, destapó que el trabajo y las metas fijadas no fueron terminadas y sólo alcanzaron un avance de 25%.

El porcentaje de resultados conseguidos para la restauración de viviendas contrasta con la exposición mediática de Lastiri Quirós para intentar posicionarse y conseguir la candidatura del Revolucionario Institucional en 2018.

Para ello, el ex funcionario federal buscó tener en redes sociales un mayor alcance en sus publicaciones e inclusive habilitó la página www.decisionpuebla18.com, en la cual intentó recabar apoyos para una eventual campaña.

De esta forma, también se presentó en diversos informes de alcaldes priistas, encabezaba concentraciones masivas y con esta actividad política fue señalado por utilizar los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) —destinados para los damnificados del sismo— para beneficiar a militantes del tricolor y familiares.

El oriundo de Zacatlán también fue acusado de estar detrás de más de la mitad de las empresas encargadas de la reconstrucción y con ese dinero construir su capital político en el proceso electoral de 2018.

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LOS TENTÁCULOS EN LA ESTAFA MAESTRA

Aunque el ex subsecretario lo negó, Reforma dio a conocer que Lastiri Quirós había sido denunciado por la vía penal por su presunta participación en La Estafa Maestra cuando firmó un convenio con la Universidad Politécnica de Tlaxcala cuando fungía como subsecretario de Prospectiva, Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional en la Sedesol en 2015.

Según Proceso, la institución firmó tres convenios con Sedatu para transferir a cuatro empresas 178 millones 634 mil pesos, 49% más de lo permitido, por lo cual hay dos denuncias penales.

TOURS EN PUEBLA, A CARGO DEL ERARIO

En mayo de 2017, 24 Horas Puebla consignó que Lastiri Quirós realizaba en la entidad cada tres días un acto masivo, entre informes de alcaldes priistas, entrega de apoyos, reuniones con estudiantes, encuentros con mujeres o entrevistas pagadas, bardas con su nombre, con lo cual buscaba impulsar su proyecto a la gubernatura con la frase “Tú decides el PRI que quieres”, una especie de campaña para conseguir el apoyo de los militantes en el proceso interno de su partida.

En todas las entrevistas, en particular una del 22 de mayo de 2017, no negaba sus aspiraciones. “Yo siempre la he tenido levantada… la mano”, respondía cuando la prensa cuestionaba si su presencia en la entidad se debía a la cercanía del proceso electoral de 2018.

Pese a ser parte del gobierno federal, en redes sociales compartía imágenes tanto de actos oficiales como políticos con marcas de agua con su nombre.

OTROS ESCÁNDALOS

El ex funcionario federal también fue señalado por promocionarse con otros programas federales, como la asociación civil Mentes Emprendedoras, fundada por sus hijos, Juan Carlos y Alberto Lastiri Yamel, con la cual utilizó el programa federal Un Cuarto Más para promocionarse en 2016.

El priista entregó cuartos adicionales en el municipio de Amozoc sin precisar que se trataba de un programa federal, todos gestionados por dicha asociación.

Un año después, el director de esta casa editorial, Mario Alberto Mejía, evidenció que el priista había utilizado los padrones de la Secretaría de Desarrollo Social, donde también colaboró con Robles Berlanga cuando era la titular, con fines electorales.

Según el quintacolumnista, Lastiri Quirós utilizó el programa Jornaleros Agrícolas para engrosar su proyecto rumbo a la gubernatura.

SU ALIANZA CON EL MORENOVALLISMO

Desde la dirigencia estatal del PRI, Lastiri Quirós tejió una alianza con el ex gobernador Rafael Moreno Valle, cuando era mandatario electo en abril de 2011, que se reflejó en una relación tersa con el grupo en el poder de 2010 a 2018.

La coalición se consolidó cuando Moreno Valle pasó por alto las supuestas irregularidades del ex funcionario federal como secretario de Desarrollo Social en la gestión de Mario Marín Torres, las cuales consistían en anomalías en el programa Unidos para Progresar.

Los archivos de las auditorías del programa marinista consistían en la falsificación de firmas, facturas y fotografías, además de la incorporación de ciudadanos sin su consentimiento.

A lo largo del sexenio, su presencia en los actos oficiales del morenovallismo como la supuesta gestión de recursos y apoyo de la Sedatu en la entidad eran frecuentes, y el entonces subsecretario no tenía problemas en elogiar de forma pública a Moreno Valle, al calificarlo como un operador electoral eficiente.

Era tal la cercanía que columnas periodísticas veían en Lastiri Quirós una ficha del morenovallismo dentro del PRI.

La inmunidad de la que gozó el priista durante los gobiernos panistas y el apoyo de Robles Berlanga hizo que tuviera la libertad de elegir a sus incondicionales en la Sedeso y luego en la Sedatu. Un ejemplo, Juan Manuel López Arroyo, quien fungió como delegado federal en Puebla y operaba a favor de Lastiri Quirós.

López Arroyo fue señalado en marzo de 2017 por ser partícipe de desvío de recursos de la Sedesol cuando era director de la Unidad de Planeación y Relaciones Internacionales con la dependencia, al otorgar contratos millonarios a las universidades Tecnológica del Sur del Estado de México, de Nezahualcóyotl y Politécnica de Texcoco para mejorar el Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social.

El reportaje de Proceso —citado en esa fecha por el periodista Ricardo Morales— relacionaba anomalías en la contratación de estas instituciones con la contratación de operadores para la promoción de Lastiri, rumbo a la gubernatura.

Las prácticas de promoción anticipada, insistir con que la designación del candidato fuera por medio de consulta a las bases en 2017 —cuando había preparado una estructura de alcaldes priistas— y su proselitismo intenso cimbró su partido y en mayo de 2017 sus compañeros priistas le pusieron un alto a Lastiri Quirós, quien no tuvo más remedio que desistir de su intento de ser candidato ante el caos, aceptar una candidatura al Senado y dar el paso a Enrique Doger Guerrero como el abanderado.

Así, su obsesión por la gubernatura quedó sepultada, aunque la atención que atrajo durante los últimos ocho años sigue ahí por las anomalías detectadas en el camino fallido que quiso construir para convertirse en gobernador.