Garganta Profunda
Por: Arturo Luna / @ALunaSilva
La huelga que estalló el Sindicato de Trabajadores al Servicio del Honorable Ayuntamiento de Tehuacán Puebla (STSHATP), por falta de pago de salarios, en una deuda de 14.5 millones de pesos, y otros excesos y graves yerros del alcalde Felipe Patjane Martínez, han sellado su salida, por cualquiera de las vías jurídicas a disposición. Salvo milagro, sería cuestión de días, sentencian quienes conocen de cerca el tema. Se le ha dado la opción de solicitar licencia; si no, intervendrá el Congreso. Junto con su incapacidad, sospecha de corrupción y una abierta ingobernabilidad, hay que ver como intolerable que un mandatario de Morena e imagen de la 4T, en la segunda o tercera ciudad más importante del estado, esté metido en estos bretes. Así lo ven en Casa Aguayo y en Palacio Nacional. A menos de un año en el cargo, el fallido presidente municipal es el primero para la defenestración y la guadaña lleva mensaje para otras y otros.
Tehuacán, como nunca, está a la deriva.
Los problemas no nacieron con la administración de Patjane Martínez, pero han crecido exponencialmente.
Inseguridad exacerbada, robos, asaltos, asesinatos y secuestros sin freno, cada día, a toda hora.
Dudas muy bien fundadas de que ha habido corrupción y de que, por lo menos, hay unos 45 millones de pesos, supuestamente erogados en actividades de turismo y otros, que no aparecen.
Y eso es solamente lo reciente y la superficie de lo que se presume muy profundo.
Los tehuacaneros ya varias ocasiones han expresado públicamente su rechazo a su alcalde.
Pero Patjane Martínez, un júnior metido a la política, no tiene remedio.
Una pésima administración, al grado de que se ha dejado de pagar la nómina del Ayuntamiento.
Una deuda de 14.5 millones de pesos, por concepto de seguridad social y sueldos retroactivos son motivo de la huelga que estallaron los 421 afiliados al STSHATP.
La lista de anomalías de Patjane y sus funcionarios es interminable.
Tehuacán estuvo oficialmente sin servicios como el de limpia, seguridad, Registro Civil, y solamente unas cuantas guardias atendieron emergencias.
Es tierra de nadie, en lo que a autoridades se refiere.
De cualquier modo, casi nada hacían.
El empresario mueblero, que llegó empujado por el tsunami lopezobradorista en 2018, no solamente ha demostrado incapacidad absoluta, sino también dolo y perversidad en el ejercicio del gobierno municipal.
Los tres principios de la Cuarta Transformación (4T), “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”, se ignoran en el Tehuacán de Felipe Patjane Martínez.
El conflicto laboral por ese inexplicable y millonario adeudo es apenas un arbusto en el tupido bosque de problemas del alcalde emanado de Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Muchas oportunidades se le dieron.
Tan sólo para evitar la huelga tuvo dos meses para negociar con el sindicato.
El paro de labores de los trabajadores afiliados STSHATP tiene además todo el respaldo del gobierno del estado.
Así es, por el respeto a los derechos laborales, porque la autoridad de arbitraje declaró legal el estallido y porque ya no se va a consentir más a Patjane.
La Confederación de Trabajadores de México (CTM), en su filial en el estado de Puebla, la está respaldando.
Su líder, Leobardo Soto Martínez, quien sigue siendo priista, a pesar de que públicamente apoyó al hoy gobernador Miguel Barbosa Huerta en la campaña de la contienda extraordinaria, es el interlocutor directo con la Secretaría de Gobernación estatal.
Este martes a la medianoche, al colgar las banderas rojinegras, él mismo comenzó el vitoreo de “Viva Barbosa”.
Patjane es tan elemental que no ha sabido leer las señales.
Salió a decir, ya tardecito la mañana del miércoles, que el movimiento que estalló con el primer minuto era “improcedente”.
Que era “ilegal” y que tuvo detenidos a 56 departamentos del Ayuntamiento.
Pero nada dice de la parálisis que provoca su gobierno en la vida cotidiana del municipio.
El reloj corre.
Opciones de salida se le siguen dando.
Si no, hay varias posibilidades jurídicas que puede tomar el Congreso local.
Pero de que se va, aseguran, es prácticamente un hecho.
Que otros, y otras, de Morena pongan sus barbas a remojar.