Las festividades relativas al Día Muertos son uno de los procesos de sincretismo más hermosos de nuestra cultura, representa la convivencia de dos sistemas ideológicos antagónicos, el europeo y el mesoamericano, que dieron paso a un nuevo código mestizo, único: el nuevo mundo después del año 1521 no pudo ser concebido sin la perspectiva de los otros, los que ahora somos nosotros.
A diferencia del catolicismo, para los antepasados mesoamericanos “el lugar” a donde iban los muertos no dependía de cómo se hubieran portado en vida, sino de “cómo habían muerto”, la representación convencional por excelencia del Día de Muertos es la ofrenda, la misma se encuentra plagada de símbolos del tránsito o traslado al “más allá”, motivo por el cual en este espacio ejemplificaremos elementos que lo representan:
Figuras de perro
Preferentemente, el xoloitzcuintle bermejo ayuda a cruzar el río a cuestas, último tamiz para llegar al Mictlán, el inframundo de la mitología Mesoamericana.
Disposición de elementos en forma de cruz
Pueden ser veladoras, flores, cal, sal o semillas, orienta y establece la dirección, reproduce los cuatro puntos cardinales asimilados en la antigüedad con los cuatro elementos.
Velas y veladoras
Guían e iluminan el camino de regreso a su antiguo hogar.
Flores
La flor por excelencia el cempasúchitl, originaria de Mesoamérica, el color característico representa al sol que guía al alma y con sus pétalos se traza un camino que dirige a los invitados desde la puerta o entrada de la casa a la ofrenda.
28 de octubre en recuerdo de las víctimas por hechos de tránsito
Dentro de las festividades del Día de Muertos se considera el 28 de octubre en memoria de los que murieron de forma violenta, con un lugar especial para aquellos que perdieron la vida en un hecho de tránsito, lamentablemente una cantidad impresionante de calles, carreteras e intersecciones de la ciudad se cubrieron flores en los puntos donde se suscitó; con base en la consulta de datos tabulados del INEGI, por “accidentes de tránsito terrestre” cuatro mil 227 personas perdieron la vida en México hasta el el mes de septiembre y de estos Puebla aportó 231.
A partir del 2008, el Día de Muertos es considerado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Dato curioso. La Alameda, uno de los hitos urbanos más representativos de CDMX, fue plasmado por el muralista Diego Rivera en el año 1947 en su obra Sueño de una tarde dominical en la Alameda central; ubicado en el museo homónimo localizado en el Centro Histórico, en este mural se inmortalizó la Calavera Garbancera figura asociada a la crítica social creada por José Guadalupe Posada en 1910; en la actualidad nuestra “catrina”.