Crónicas Marcianas
Por: Zeus Munive / @eljovenzeus
Fue hace 12 años que salió la edición número uno de la Revista 360 Grados y sus Instrucciones para vivir en Puebla. La idea, como ya se ha dicho anteriormente, salió en un restaurante de comida italiana entre el periodista Alejandro Rodríguez y un servidor, acompañados de unos whiskys en vasos old fashion.
Veníamos de dirigir dos revistas: Contralínea Puebla y Fortuna. Nos dimos cuenta que no ganábamos un solo peso a pesar que nos dijeron que éramos socios. Era julio de 2007 cuando planeamos sacar nuestro propio medio de comunicación y cuatro meses después salió el primer número con la lista de los 50 hombres más poderosos de Puebla.
Estábamos hartos de las ediciones rosas de sociales que en ese entonces invadían los restaurantes, puestos de revistas y cafés. Nos parecían bobas (con todo respeto a sus trabajos editoriales) porque solo eran imágenes y pies de foto. Sólo servía para halagar los egos de los poblanos.
Unos años antes, en Puebla salió una revista llamada Intolerancia que fue la primera a nivel local en romper esquemas y sus editores buscaron llevar buenos contenidos, pero esa edición al final fue rebasada por su periódico que, la verdad y no es porque trabajé ahí como reportero y jefe de información, marcó un antes y un después en el periodismo local. Esa redacción –sin menosprecio de otras en las que he estado, aprendido y disfrutado– para mí ha sido la mejor y más combativa.
¿Sirvió en su momento la vieja revista Intolerancia como inspiración?, Honestamente sí, así como otras tantas. La idea fue dejar a un lado lo políticamente correcto y es que, por ejemplo, mientras todas las publicaciones sacaban temas sobre amor y bla, bla, bla, nosotros dijimos: “Vamos a manejar las razones por las que es bueno divorciarse”.
Fuimos, además, la primera edición en recomendar lugares para comer, beber, bailar, estar o pasear e incluso en el número de febrero de 2008 hicimos la primera recomendación de los mejores moteles en Puebla, porque resulta que a los poblanos les encanta el sexo y gracias a que Rigoberto Benítez –el mejor encuestólogo en la historia de Puebla– nos regaló un estudio de las prácticas sexuales en la ciudad, descubrimos que aquí hay de todo y para todos.
Llevamos política, sexo, agruras, cine, libros, escritores, artistas, deportistas, historia. Hicimos una portada que nos causó el veto primero de los priistas y luego de Moreno Valle y compañía, pues en enero de 2010 publicamos a Javier López Zavala y al ex gobernador en ambas portadas de la revista. Eso provocó que se subieran espectaculares con esa edición.
El marinismo, la BUAP de Enrique Agüera y hasta el Ayuntamiento de Blanca Alcalá nos presionó con quitarnos la publicidad oficial si no bajábamos esos espectaculares. Lo tuvimos que hacer y eso hizo que Moreno Valle nos castigara como a la mayoría de los medios locales. Hasta que un día nos quitó el veto (en 2015).
En 12 años han pasado todo tipo de plumas y de historias dentro de la redacción: buenas, malas, regulares. Hemos cometido errores, sí. Sería muy pedante decir que no hemos incurrido en fallas. Pero si seguimos existiendo es porque la gente aún nos lee, nos consume, nos critica, nos analiza, nos felicita, (algunos hasta nos envidian, porque también los hay). Cuando salimos a la luz en el 2007 algunos personajes nos calcularon nomás cuatro números.
Lo mismo ocurrió en 2012 en el que hubo una crisis interna y por incompatibilidad en el manejo editorial decidimos separarnos Alejandro Rodríguez y yo. En esa época, también, hubo quien nos mandó al camposanto y miren nada más: siete años después seguimos dando lata.
Hay personajes claves y muy importantes que han pasado por estas páginas, como en su momento fue Alejandro Rodríguez, con quien a pesar de todo lo que se ha dicho y se sabe seguimos siendo extraordinarios amigos, así como uno de los mejores periodistas poblanos llamado Edmundo Velázquez, quien ahora es titular de Página Negra que depende de Periódico Central.
No me atrevo a nombrar a todos los que han colaborado con algún reportaje, crónica o entrevista porque si me falta alguno cometería un error y sería un despropósito, pero ustedes saben quiénes son y ahí está mi pequeña hemeroteca para que puedan consultar tantas líneas que se han escrito en todo este tiempo.
Muchas veces me han preguntado por qué hago esto, ya que como toda empresa hay momentos buenos, extraordinarios y también de vacas flacas en los que hay que jalar la cobija para cubrir los salarios y gastos. Más difícil es cuando la gente cada vez lee menos y sólo se dedica a ver memes y a hacer análisis sobre estos.
Cuando las redes sociales son las que marcan la agenda en todos los sentidos. Bien, pues un medio impreso es como un buen disco de acetato, es romanticismo puro; es el olor a la tinta, es tenerlo en las manos y saber que es tuyo. Es ver cada que sale una nueva edición es como parir a un nuevo hijo, significa seguir vivo ya que esta no es una carrera de metas sino de resistencia.
Doce años que se han pasado volando, con amores, desamores, ilusiones y desilusiones. Buenos y malos momentos, porque de eso se trata la pinche vida, de vivirla. Ya no es un bebé Revista 360 Grados.
Ya camina y hasta corre.
Qué más puedo decir de este su aniversario de aquella que vio la luz bajo el signo de Escorpión. Si sobrevive es gracias a sus lectores, pues son ellos quienes al final nos han marcado la agenda.
Así que gracias a todos los que han trabajado, colaborado, escrito, fotografiado, diseñado la revista. Gracias a los lectores, los viejos y los nuevos. Gracias a mis amigos y a mis enemigos (ellos también son un impulso para estar vivos). Gracias a todos los que han confiado en nosotros.
Y larga vida a la Revista 360 Grados y a sus imprescindibles Instrucciones para vivir en Puebla.
En verdad, gracias totales.