Conoce los mejores Pueblos Mágicos para pasar las fechas decembrinas de forma única
Por: 24 Horas El Diario Sin Límites
Foto: Especial
Cada vez falta menos para celebrar una de las fiestas más esperadas y emotivas del año, la Navidad; fecha que conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén, y en la cual las familias se reúnen para convivir y pasar momentos cálidos.
Si ya piensas en cómo vas a vivir esta importante festividad, en 24 HORAS te presentamos cinco Pueblos Mágicos de México perfectos para la Navidad, en ellos podrás encontrar eventos, actividades y artesanías que convertirán la época decembrina en una experiencia inolvidable y mágica.
1. Tlalpujahua, Michoacán
Es uno de ocho Pueblos Mágicos en Michoacán, se ubica entre montañas y bosques a 170 km de la Ciudad de México (CDMX). En sus calles destacan las artesanías, entre ellas las famosas esferas navideñas del lugar; mucha gente viene de visita para ver los talleres en los que se elaboran y comprar adornos. Cada año se celebra la Feria de la Esfera de octubre a diciembre.
En la región te recomendamos visitar el Santuario del Carmen y el primer museo minero de México en la antigua mina Las Dos Estrellas. Podrás pasear por los bosques del Campo del Gallo y entre noviembre y marzo apreciarás la migración de la mariposa monarca.
2. Tepotzotlán, Estado de México
Se encuentra justo a las afueras de la CDMX. En esta Navidad no te pierdas sus tradicionales pastorelas que se realizan desde hace más de 50 años. El pueblo Tepotzotlán es sede del Ex Convento de San Francisco Javier, nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Disfrutarás de la Hostería del Convento donde se llevan a cabo las pastorelas, las cuales relatan la historia de los pastorcillos que van a Belén a conocer al Niño Dios, y en el camino el Diablo mayor y sus demonios intentan detenerlos. Te aconsejamos degustar un delicioso ponche, buñuelos y antojitos.
3. Bernal, Querétaro
Al llegar te asombrarán las vistas de la Peña de Bernal, el tercer monolito más grande del mundo con 350 metros de altura. Si eres aventurero podrías escalar una parte y tomar selfies desde las alturas. El pueblo cuenta con variadas tiendas de artesanías y la Casa Museo del Dulce.
En Navidad la tradición es visitar el Hotel Casa Tío Camilo para ver un nacimiento de más de 60 figuras hechas a mano, además de otros 70 nacimientos provenientes de países como Japón, Dinamarca y Perú.Cada año la Finca Sala Vivé de Freixenet ofrece un concierto y cena de Navidad a principios del mes de diciembre.
4. San Juan Teotihuacán, Estado de México
Sin duda, su principal atracción es la zona arqueológica de Teotihuacán, que tiene más de dos mil años de antigüedad. En el barrio de Purificación, verás los restos del Palacio de Yayahuala y de Zacuala, además de otros vestigios.
A sólo 10 kilómetros de San Juan está el pueblo de Acolman, lugar donde se inventaron las piñatas. Los monjes del convento crearon la primera piñata en 1587 como representación de los siete pecados capitales y las tentaciones del mal. Cada año se realiza la Feria de la Piñata, que dura varios días; cuenta con concursos, talleres, bailes y posadas.
5. Tecate, Baja California
Cada diciembre se celebra el Desfile de Luces, que consiste en carros alegóricos que adornan diferentes clubes de la ciudad entre los que no faltan personajes navideños como Santa Claus y sus elfos.
Durante el día puedes visitar la Casa de Artesanías para comprar piezas en barro, vidrio y mimbre. Otra opción es recorrer las casas de vino y queso que tienen sus viñedos en el Valle de Guadalupe.
El extra:
Santa Claus tiene que hacer casi 850 millones de entregas la noche de Navidad.
De acuerdo con New Scientist dice que para que Santa pueda llevar a cabo su tarea tendría que viajar a una velocidad cercana a la de la luz (300 mil kilómetros por segundo).
Robert L. May creó a Rodolfo el Reno en 1939 como parte de una campaña publicitaria para la tienda departamental Montgomery Ward.
El árbol de navidad es una tradición del norte de Europa que comenzó hace miles de años para celebrar festivales invernales.
En el año 350 el papa Julio I declaró el 25 de diciembre como la fecha de nacimiento de Jesús.