Mis Últimos 20
Por: José Luis Sánchez Solá
En el título me refiero al futbol que se juega en México y mal llamado futbol mexicano. Esto por la gran cantidad de foráneos que lo componen, sin entrar en discusión su registro y solo tomando en cuenta que en esta primera fase de liguilla, para los juegos de ida, de 88 que iniciaron, 46 fueron foráneos y en los de vuelta, de los mismos 88, fueron foráneos 48. Las palmas en este tema se las lleva el Monterrey, que en sus dos juegos participó con ocho foráneos por tan solo tres nacionales. Solo un ejemplo que hace que la herida sangre: a Querétaro se le lesiona su central y al otro lo expulsan. Entonces el técnico tiene que poner a un central español de 25 años, de nombre Enrique López y que su mayor logro profesional fue jugar en un equipo de los 88 que compiten en segunda B en el torneo Español. Con esa carta de presentación fue contratado por el San Luis y luego, por el Querétaro. Con el buen trabajo en fuerzas básicas que está haciendo el Querétaro, con jugadores en el primer equipo como Marcel, Gómez, Cortijo e Yrizar, ¿No tienen un central que pueda estar en lugar del mencionado señor López?
Quitando este tema que a mí me da mucha comezón, la semana pasada nos tocó ver grandes juegos. Tengo que mencionar la gran final en el partido de ida de la liga femenil entre Tigres y Monterrey. Cuando me refiero en algún otro escrito de que el futbol en este país dejó de ser deporte por dejar de tener valores y dejar de transmitir testimonios de disciplina, de forma de vida, de superación, que por obligación los deportes deberían de tener, estos equipos femeniles tienen esto y más.
En lo futbolístico han avanzado en una gran aplicación táctica: recorren, hacen constante dos contra uno, tapan salida en conjunto, aprovechan el ancho de la cancha. Quizá en lo técnico tienen algunas fallas en lo general, pero estas las suplen con un gran amor a lo que está haciendo. Se aprecian jugadas de mucha decisión y en ningún momento rehúyen al choque o al contacto físico, sin sacar provecho del reglamento o de su condición. Me queda claro el gran tino de la FMF al impulsar este torneo. Ellas, dadas las condiciones totalmente diferentes al campeonato de los hombres, buscan y encuentran el sueño de jugar profesional. Esta palabra se la escribo en el entendido que el profesional no es el que cobra por hacer una activad, si no que profesional es el que ama su actividad. Cualquiera de las integrantes de los diferentes equipos, podría lograr una beca de estudios en las múltiples universidades que ofrecen esta oportunidad en este país o en Estados Unidos y con un futuro más cimentado para sus vidas. Pero no, ellas quieren representar a sus diferentes equipos, soñaron muchas noches en ser consideradas parte del futbol mexicano y lo están cumpliendo con creces.
En nada desentonaron con los juegos de liguilla de los hombres y el partido de vuelta que se jugó ayer lunes fue un gran espectáculo y sí podría ser llamado el deporte del futbol femenino mexicano.
Por otra parte, y hablando de los hombres, mucha gente opina por qué los equipos no juegan en el transcurso del torneo de la misma forma que lo hicieron en estos cuartos de final. Para mí la respuesta es fácil en cuanto a que en ningún torneo en el mundo se juega en su parte final de la misma forma que en el torneo regular y hace muchos años no teníamos una liguilla como la que estamos viendo.
Es obvio que Tigres, Gallos, Santos y León, en algún momento puntual, dejaron de hacer cosas que los llevó a esas instancias. Tigres en el partido de vuelta, en los primeros 45’ dejó de tener la pelota y con esto, desesperar al rival. León después de ir ganando 1-0, tener el 2-0 en el mano a mano de Sosa y sacar a Montes que venía de una lesión, se le cae el equipo, deja de tener llegada y entonces deja de tener iniciativa, hecho que el Morelia aprovecha y le voltea el partido a su favor. Gallos cambia en su alineación en el juego de ida, deja a Marcel en la banca y trata de sobrellevar las acciones, llevándose un 3-0. En la vuelta y ya con Marcel en la cancha y a falta de un gol para llevarse la llave, sufre la expulsión de Romo y Necaxa, perdido hasta ese momento, aprovecha el hombre de más y le da la vuelta al juego. Por último el Santos, que fue el equipo que más me gustó en el torneo por la dinámica que imprimía en los 90’, el lugar en donde recuperaban la pelota y el despliegue ofensivo que mostraron en 19 fechas, cambió radicalmente en esta liguilla. Los motivos negativos de este cambio no me los sé, solo vi un equipo partido, que le dio demasiada importancia al rival y que esto provocó el dejar de hacer lo que le dio éxito. Al no recuperar la pelota en cancha rival, no podían hacer sus ataques a velocidad, entonces el lugar en donde se pararon en la cancha, les quedaba muy lejos el área rival. Monterrey con grandes individualidades en la cancha y en su banca, con mucho orden de todos, solo tuvo que esperar los momentos que el rival le concedió para hacer los goles. Me viene a la cabeza la máxima que dice que cuando pierdes tu estilo, pierdes todo y eso, lamentablemente le pasó al Santos.
Ahora se viene la semifinal y todo parece puesto a que la final será después de Navidad, con tortas del recalentado de la cena del 24 y con Santa Claus dejando su trineo en el estadio de Monterrey y después en el Azteca. No creo que el señor barbón, vestido de rojo, se quiera perder esa gran final.
Del Puebla y todo lo que se escribe, se dice y se asegura, espero tener más información para hacer un comentario. La única realidad es que se les viene un torneo muy difícil, con un presupuesto que podría cambiar a mayor en caso de la venta de Lucas, que alcanzaría para tapar los números rojos que arrojó el torneo pasado y que quizá alcance para traer algún prospecto barato y que a mediano plazo se les convierta en otro Lucas. No hay más para vender, entonces no hay balas para comprar.
Esto es el panorama que se tienen en el aquí y en el ahora. Después, terminando el torneo y si a la compañía televisora le conviene la venta o el cambio de propietario, claro que lo harán, están en su derecho, primero por ser dueños de la mayoría de las acciones y le doy el beneficio de mi ignorancia si los señores Chargoy tienen algún porcentaje o si el señor Jiménez también lo tiene y, segundo, porque la familia Salinas, dueñas de TV Azteca, se dieron cuenta que su objetivo es hacer televisión, horas de entretenimiento y no administrar equipos, labor que han tenido que desempeñar y que les ha dado muchos dolores de cabeza, que va de la mano con pérdidas económicas en sus incursiones en Veracruz, Morelia, Atlas y ahora, Puebla.
Los poblanos tendremos que esperar al nuevo Quijote que pueda y quiera poner la cara con su respectivo dinero y claro, con la ayuda del gobierno, que en 80% de los equipos de primera, liga de ascenso y segunda división lo hacen, para poder seguir teniendo en pie al equipo de la Franja.
Mientras Dios no nos quiera anticipar lo que va a pasar, solo nos queda esperar y confiar.