Garganta Profunda
Por: Arturo Luna Silva / @ALunaSilva
En sintonía con los valores lopezobradoristas de “libertad, austeridad y honestidad” y la misma meta de que la población consiga “bienestar, paz y felicidad”, el Plan Estatal de Desarrollo (PED) 2019-2024, del gobierno de Miguel Barbosa plantea 12 proyectos estratégicos —la mayoría de infraestructura—, así como la regionalización, en 22 grandes zonas al estado, con 10 microrregiones metropolitanas, para aplicar con tiros de precisión los programas y acciones. Los ejes son: seguridad, campo, desarrollo económico y disminución de las desigualdades. De este modo se pretende “conducir a Puebla a la Cuarta Transformación… con una visión a largo plazo, para hacer historia, hacer futuro”. Este proyecto, esencia del barbosismo, enfrentará resistencias añejas y otras de coyuntura. Sacarlo avante, llevarlo del papel a la realidad, es el reto. Su éxito definirá también su sitio en la historia.
El documento contiene varios de los adelantos, sobre su estilo y forma de gobernar, que ya ha venido dando Barbosa.
La estrategia principal se encuentra en la división del estado en 22 grandes regiones, con 10 microzonas metropolitanas junto con la capital.
De ahí que se cuenten en realidad 32.
Con esto se pretende que las acciones y los programas del gobierno se apliquen con particular detalle y eficiencia.
Lo que llamaríamos tiros de precisión y no solamente esfuerzos generales y disgregados.
La administración barbosista se propone también cuatro ejes rectores y uno especial.
Eje 1: Seguridad Pública, Justicia y Estado de Derecho.
Eje 2: Recuperación del Campo Poblano.
Eje 3: Desarrollo Económico para Todas y Todos.
Eje 4: Disminución de las Desigualdades.
Eje Especial: Gobierno Democrático, Innovador y Transparente.
Destaca un apartado de 12 Proyectos estratégicos:
Dotar de agua potable a la Zona Conurbada de la Ciudad de Puebla.
Apoyo al agave de mezcal.
Creación de la Agencia Estatal de Energía.
Construcción de parques industriales.
Modernización del Aeropuerto Internacional Hermanos Serdán
Instalación de ductos de gas natural.
Desarrollo de Ciudad Modelo.
Autopista Huejotzingo-Acapulco.
Construcción de la carretera Teziutlán.
Rehabilitación de 11 mil 300 kilómetros de carreteras.
Construcción de un penal y tres reclusorios.
Atención de residuos sólidos urbanos.
Este gran plan, rector y esencia del nuevo régimen se plantea, en las propias palabras del mandatario:
“Fortalecer los valores y atender las necesidades más apremiantes” de los habitantes de Puebla.
“El progreso —advierte— necesita estar ligado al bienestar de la sociedad, a garantizar la seguridad de sus ciudadanos…”
La exposición de motivos del PED es también una oportunidad para recordar lo que, desde esta visión, se hizo antes mal.
“Puebla y los poblanos necesitan salir de la marginación y del rezago social provocado por pasadas administraciones, donde los ciudadanos recuperen la confianza en el actuar gubernamental, combatiendo la corrupción que permita un mejor desarrollo económico y rural, generando tranquilidad, seguridad y paz en la sociedad”.
La visión de gobierno se resume en instaurar “un gobierno progresista y con rostro humano, que es cercano a su gente y que promueve la participación ciudadana, que está comprometido con la sociedad”.
Hasta aquí, un resumen de este documento.
De estas 119 páginas de datos, propuestas y proyectos.
Ahora, por delante, le quedan al actual gobierno poco más de cuatro años para concretarlos.
Para que del papel vaya a la realidad.
Todo está ahora en su mano.