Por: Redacción

Fotos: Archivo Agencia Es Imagen

Rafael Moreno Valle Rosas se caracterizó por las alianzas, siempre, las alianzas. En 2010, con su capacidad de diálogo y de construcción de pactos, ganó la gubernatura bajo las siglas del Partido Acción Nacional, que no había logrado llegar a Casa Puebla en 70 años, respaldado por tres fuerzas políticas que le ayudarían a derrotar al Partido Revolucionario Institucional. 

La coalición con la que cambió el mapa político del estado tomó el nombre de Compromiso por Puebla, conformada por el blanquiazul, el Partido de la Revolución Democrática, Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano) y Nueva Alianza.

Así, con los mismos aliados no sólo derrotó al PRI de Mario Marín Torres – marca que el tricolor no logró sacudirse durante ocho años- que defendía el poder bajo la figura de su candidato Javier López Zavala, sino logró una corriente política que crecería en los ocho años siguientes: el morenovallismo.

Con los mismos partidos–no todos de manera oficial- respaldaron a su sucesor, José Antonio Gali Fayad, quien gobernaría casi dos años, en lo que Moreno Valle luchaba por la candidatura presidencial, misma a la que renunciaría para después ser tomado en cuenta por su partido como senador plurinominal.

El escaño, que por sus enemigos había sido tomado como una primera derrota, sólo significó un paso más para su proyecto personal. La renovación de la dirigencia nacional de su partido significó para él una oportunidad para conseguir la coordinación del grupo parlamentario del albiazul, con el cual encabezaba la primera oposición contra el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

En unas semanas al frente de la coordinación, antes de su muerte en un accidente aéreo el 24 de diciembre de 2018, tenía en su agenda dos acciones: Echar atrás la reducción de salarios a servidores públicos y la figura de delegados en los estados, ambas con la justificación de que afectaba la división de poderes.

El senador Rafael Moreno Valle junto a su esposa, Martha Erika Alonso, exgobernadora de Puebla, -junto a dos pilotos y su secretario particular – fallecieron a consecuencia de un accidente en el helicóptero en el que viajaban la tarde del 24 de diciembre de 2018, cuando se dirigían desde Puebla hasta la ciudad de México para pasar tiempo con su familia.

¿Quién fue Moreno Valle?

Moreno Valle nació el 30 de junio de 1968. Su vida siempre giró en torno a la política. Su abuelo, Rafael Moreno Valle fue gobernador de Puebla y secretario de salud del presidente Gustavo Díaz Ordaz.

En 1999, el ex mandatario formó parte del gabinete de Melquiades Morales Flores, quien lo nombró secretario de Finanzas y Desarrollo Social.

En esa época, impulsó su carrera política bajo los colores del PRI, con el que llegó a ser diputado federal y más tarde legislador local.

En 2005, tras el escándalo del ex gobernador Mario Marín Torres con la periodista Lydia Cacho, Moreno Valle renunció al tricolor y en 2006 arribó al PAN, el cual se convertiría por ocho años en la primera fuerza política del estado.

Con eso, consiguió que su grupo político permaneciera en el poder tras su salida de Casa Puebla en 2016 y en 2018, con la llegada de su esposa, Martha Erika Alonso Hidalgo a la gubernatura, hasta antes de aquel fatídico 24 de diciembre.

La herencia de Rafael Moreno Valle traspasó fronteras, no sólo a través de las obras de infraestructura vial y hospitalaria durante su gobierno, también por la atracción de inversiones, el desarrollo económico y la referencia turística que adquirió Puebla a nivel internacional.

Durante su sexenio atrajo a 14 millones de turistas y dejó, por lo menos, 13 mil 226 millones de pesos en derrama económica, 11% más que la administración de su antecesor, según datos de su último informe de gobierno.

El rostro turístico del estado se concentró en la capital poblana. El ex gobernador impulsó diversos proyectos en la ciudad para atraer a más turistas que no sólo se quedarían un día en Puebla, sino más noches: Estrella de Puebla, Parque Lineal, Video Mapping en la Catedral, Paseo del Teleférico, entre otros, fueron las atracciones más relevantes.

¿Quién fue Martha Erika?

Martha Erika Alonso Hidalgo se convirtió por 11 días en la primera mujer en gobernar el estado de Puebla.

Antes del 15 de diciembre, cuando rindió protesta al cargo, enfrentó por cinco meses un conflicto poselectoral del que salió airosa para convertirse también en la primera mandataria emanada de su partido en el país.

El camino no había sido, ni sería, fácil. La gubernatura no sólo la había peleado en las urnas, la pugna por el poder que disputó llegó a tribunales.

Ello marcaba que su administración no lograría ser tersa con sus opositores, los cuales también se encontraban en el Legislativo local, mismos a quienes dedicó su primer mensaje como gobernadora y a quienes llamó a la conciliación, una y otra vez, inclusive en el último mensaje navideño que lanzaría en sus redes sociales antes del accidente aéreo donde perdiera la vida junto a su esposo, el ex gobernador Rafael Moreno Valle y tres personas más.

Alonso Hidalgo nació el 17 de diciembre de 1973. Era originaria del municipio de Tecamachalco, lugar donde inició su campaña rumbo a la gubernatura en marzo de 2018 y de donde surgen sus raíces como política; su tío Óscar Hidalgo Villafañe —quien murió en días antes que ella— había sido presidente municipal y diputado local.

El nombre de la mandataria estatal se hizo conocido en todo el estado desde 2010, cuando su esposo Rafael Moreno Valle contendía bajo los colores del PAN y otros partidos aliados a la gubernatura. Un año antes se había convertido en militante del albiazul.

Su papel no era sólo el de acompañar al entonces candidato, ella encabezaba una red de mujeres que le permitía recorrer municipios a los que su esposo no podía llegar; así consiguieron la fórmula que le daría ventaja como abanderada: presumir ocho años después que era la única de los aspirantes a Casa Puebla en conocer el estado y haberlo recorrido en repetidas ocasiones.

Durante el sexenio de Moreno Valle, Alonso Hidalgo fungía como presidenta del Patronato del Sistema DIF estatal, cargo honorario que abandonó días antes de que concluyera la gestión de su esposo, pues consolidaría la primera etapa para conservar al grupo político que la arropaba en el poder.

El inicio de su carrera política se impulsó con su llegada en 2016 a la Secretaría General del Comité Directivo Estatal de Acción Nacional, desde donde construyó su candidatura para 2018, pues en enero de ese año renunciaba, para un mes después confirmar que contendería por la gubernatura, era —decían— la mejor posicionada de su partido para enfrentar al tsunami de Andrés Manuel López Obrador.

Como candidata, se caracterizó por sumar a personajes que años atrás se habían convertido en opositores de su esposo, como el ex presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, con quien compartió espacios.

También se distinguió por responder a los ataques de sus adversarios sin intermediarios. Con la lista de los errores de la gestión del ex gobernador Rafael Moreno Valle en mano, prometía corregirlos e imprimir su propia forma de gobernar.

Un mandato sensible y que escuche a todas las voces, dijo el 15 de diciembre, en su primer día como gobernadora, cuando rindió protesta como mandataria en la sede del Tribunal Superior de Justicia.