Una de las complicaciones ahora del Coronavirus, además de su letalidad y esencia epidemiológica, es que ha llegado en los tiempos de esplendor de las redes sociales. Éstas que en minutos puede convertir una absoluta mentira en una certeza colectiva. Es la primera pandemia en estas condiciones. El pánico es tan peligroso, en otro escenario, como el Covid-19 en su naturaleza. Hasta la noche de este martes, Puebla se reportaba libre de contagios, pero no así exenta de alarmas que se disparaban con noticias falsas. En una página de Facebook, se alertó sobre un supuesto caso en Atlixco, de un vendedor de raspados que ofrece su mercancía afuera de una escuela. Hubo miedo, desazón y alarma, cuando la nota se transmitió con rapidez inusitada. Las autoridades debieron calmar a la población con información oficial. La infección de terror se dio por error, con dolo o con plena perversidad.
Entre los años 2009 y 2010, cuando se registró la pandemia de Gripe A (H1N1), en el mundo en general y, particularmente, en México, las redes sociales tenían una penetración incipiente, aunque se anunciaba su crecimiento exponencial.
Los registros reportan que en 2009, apenas había 40 mil cuentas de twitteros mexicanos.
Hoy son 10.7 millones, de acuerdo con el director de la firma Mente Digital, Guillermo Pérezbolde.
Algo similar ocurre con Facebook.
La referencia es para ilustrar el nuevo escenario de esta pandemia, respecto de la transmisión de noticias e información por las redes sociales, ahora con el Covid-19.
Este contexto inédito demanda mayor cuidado en los datos que compartimos y en lo que opinamos.
El caso de Atlixco es apenas uno de muchos que se han dado en otras entidades.
Una vez que apareció la noticia falsa, el rumor creció de boca en boca y se hizo un peligroso ambiente de, cuando menos, mucha tensión social.
Las autoridades municipales debier
“Descartado, ni la Secretaria de Salud del Estado, ni el área de Salud en Atlixco tienen notificación o reporte sobre algún caso, es una fake news”, informó el Ayuntamiento, a través de área de Comunicación Social.
La infección en las redes sociales llega no solamente convertida en memes, algunos muy ingeniosos.
No.
Puede venir en formas purulentas, con fines perversos.
Qué decir también de las compras apresuradas e irracionales de aditamentos y equipo, como los tapabocas.
Esos mismos que los especialistas han explicado hasta el cansancio que no son eficientes en el caso del Coronavirus.
Del lado positivo de las redes y los canales de transmisión en tiempo real, está la posibilidad de que cualquier con un dispositivo móvil puede acceder a información fidedigna.
El tema está en saber distinguirla.
Están las conferencias de prensa que, desde Palacio Nacional, las autoridades de la Secretaría de Salud realizan cada noche, para dar el parte de la jornada.
A la hora del cierre de esta entrega, había 5 casos confirmados y 21 sospechosos en México.
Las actualizaciones siguen.
Hay que estar en guardia.
Evitar el pánico.
No es lo mismo mantenerse en alerta, que caer en alarma.