Sin duda alguna, la vida es como la rueda de la fortuna… a veces arriba, a veces abajo.
Irónicamente, un día el eterno candidato Andrés Manuel López Obrador, ante la pandemia mundial por la que atravesamos, pide a la población mexicana que salga a las calles, que haga su vida normal, que active la economía, que no tenga miedo… y al otro día manda a su subsecretario de prevención y promoción de la salud a pedir de manera urgente que todos nos quedemos en casa, que es nuestra última oportunidad, que viene el momento más peligroso para la población por la dispersión del coronavirus.
Durante las últimas semanas el presidente López Obrador ha sido criticado por muchos factores, no sólo en México y no sólo por la oposición, sino que ha sido la burla de la opinión pública internacional, sin hacer a un lado las editoriales de la prensa mundial como El País, la BBC, The Washington Post, el Times, El Clarín y muchos más.
Ha sido blanco de burlas por su “detente”, su “mordisco” a una menor de edad y, en general, por su falta de seriedad ante la pandemia que crece y ha provocado cada día mayor número de muertos en el mundo, pero con cifras disfrazadas en México.
Después se confrontó con el sector empresarial ante la cancelación de un megaproyecto, el de la construcción de la planta cervecera Constellation Brands en Mexicali, Baja California. De por sí nuestro crecimiento en 2019 fue nulo, se avecina una recesión que nos agarra mal parados y al presidente López Obrador se le ocurre frenar una inversión tan necesaria para la generación de empleos y la recuperación de la estabilidad financiera del país.
Pero no conforme con ello y el mismo fin de semana que su gobierno hace un llamado urgente por aplicar el confinamiento domiciliario, el Presidente decide seguir de gira y acude nada menos que a Badiraguato, Sinaloa.
¿Qué de interesante hay en Badiraguato, Sinaloa?
Pues se trata de la tierra natal de Joaquín El Chapo Guzmán, ex líder del Cártel de Sinaloa y quien se encuentra detenido en Estados Unidos por diversos delitos, entre ellos narcotráfico y delincuencia organizada.
Seguramente usted ha visto el video que circula en redes sociales, en el que se observa claramente al presidente Andrés Manuel López Obrador saludando a Consuelo Loera, la madre de El Chapo.
El jefe de la nación se baja de su camioneta y la madre del capo lo espera en su camioneta.
López Obrador le dice que recibió la carta… un día después se supo sobre el contenido de la misiva y también se pone al descubierto la comunicación constante que el mandatario ha tenido con la familia de El Chapo.
Posteriormente, un hombre de lentes insiste en hablar con el Presidente.
¿Quién es este segundo personaje?
Pues el abogado de El Chapo.
Es brutal.
Por si esto no fuera suficiente, hay un tercer personaje. Hoy se sabe que ese día, el domingo 29 de marzo, se celebró el cumpleaños de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín Guzmán Loera, quien en un operativo militar fue detenido en 2019, pero que provocó diversos enfrentamientos en Sinaloa lo que derivó en su liberación inmediata.
Y hay más… un segundo paquete de imágenes revela que ese mismo día López Obrador comió, entre otros, con Aureliano Guzmán Loera, El Guano, supuesto líder de la plaza en aquella región, fichado por la DEA, en Estados Unidos, y hermano mayor de El Chapo.
Desde luego que este hecho provocó toda una serie de críticas y las más inverosímiles posturas para defenderlo por parte de sus simpatizantes.
¿Qué mensaje quiere enviar el Presidente?
Si fuera un simple saludo “casual” como han intentado defenderlo, por qué no se baja también a saludar a los Le Barón, a las madres de hijos con cáncer, a los médicos que necesitan mayor presupuesto, a los familiares de pacientes que no cuentan con los medicamentos para sus tratamientos.
Además, en mediciones publicadas, como la de Consulta Mitofsky de Roy Campos, AMLO pasa de 57.6%, como comenzó 2020, a 47 puntos el jueves de la semana pasada.
¿Cuál sería la postura de un López Obrador del pasado si el saludo a la madre de un delincuente lo hubiera dado Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón o Vicente Fox?
¿Cómo leer este encuentro entre López Obrador y la madre del narco más polémico de la última década?
Una cosa es segura: en política lo que parece, es.