Comerciantes ambulantes de la tercera edad y algunos niños, acompañando a los vendedores se encuentran instalados en el Centro Histórico a pesar de la contingencia que se decretó por el Covid-19.
Doña José es una mujer de casi 80 años de edad, quien carga en su cubeta con semillas para vender entre 5 y 10 pesos. Aunque reconoció que la venta es baja y que sabe que debe quedarse en su casa, aseguró que seguirá vendiendo porque aunque tiene hijos, ellos ven por su familia.
“Pues tenemos qué comer, ni modo que me quede, mis hijos ven por sus familia”, respondió al ser cuestionada de por qué estaba vendiendo en la vía pública si es un sector vulnerable.
En las calles de la 3 Norte-Sur , 5 Norte –Sur y la 5 de Mayo, entre la 8 y la 16 Oriente – Poniente, los ambulantes se colocaron sin guardar distancia entre puesto y puesto de ropa, alimentos, zapatos y artículos de belleza.
Algunos vendedores que caminan en la calle ofertan sus productos con cubrebocas, mientras que otros no toman precauciones al estar en la vía pública.