“El coronavirus ha retratado al gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, como un hombre que no puede dirigir a un estado”, afirmó Juan Manuel Celis Aguirre, líder del Movimiento Antorchista en Puebla.
Mientras China construyó gigantescos hospitales para curar a los infectados, Corea del Sur aplicó pruebas masivas a su población o Cuba envió médicos para ayudar a los países devastados, el gobernador de Puebla, “en armonía con la ignorancia morenista desplegada por López Obrador, sostiene que el Coronavirus se cura con un mole de guajolote o un caldo de pollo y afirma que los pobres no pueden enfermarse de Coronavirus. Su visión absurda lo convirtió en el bufón de México. Las redes sociales se burlaron de él. Las encuestas lo califican como el peor gobernante del país”, sostuvo Juan Celis.
Barbosa -dijo- copia las unilaterales y tardías medidas de López Obrador contra la pandemia y por eso ha ordenado que todos los poblanos se queden en sus casas. Se trata de una medida que no detecta a los infectados para curarlos y crea serios problemas en la economía de todos los poblanos.
En Puebla se han cerrado fábricas, plazas comerciales y miles de empresas y centros de trabajo. “Los despidos se cuentan por miles al día y los poblanos se han quedado sin lo más importante: la comida”, dice el líder de más de 300 mil ciudadanos poblanos.
Además, el comercio informal y las actividades pequeñas que miles de poblanos realizan para mantener a su familia se ven diezmadas por la cuarentena. Miles de poblanos dejaron de recibir dinero de sus familias en Estados Unidos, porque allá el Coronavirus ha dejado al país en una crisis devastadora.
¿Y qué ha propuesto Barbosa para ayudar a los poblanos que se mueren de hambre? ¿Qué ha propuesto para reactivar la economía poblana?, cuestiona el líder de los antorchistas, y en seguida él mismo responde: “Nada. Barbosa no propone nada”.
Juan Celis afirma que el Movimiento Antorchista sabe que millones de poblanos ahora padecen más hambre y sufren la miseria: “Por eso, exigimos un plan estatal de distribución de alimentos para todas las familias que así lo requieran. Exigimos a Barbosa que, a través de las estructuras del gobierno, planee cómo le dará de comer a los desposeídos del estado. El hambre genera desesperación y enojo contra el gobierno. No esperen la ira y frenen la miseria. No hacerlo será un grave error político”.