Con el reciente anuncio del gobernador Luis Miguel Barbosa… “se procederá contra los secretarios de Educación de administraciones pasadas por la venta de RVOE a universidades”, se abre la posibilidad de llamarlos a cuentas y se proceda jurídicamente.
-Trasciende-, quienes resultan estar en primera línea de las indagatorias de la Secretaría de Educación y Función Pública son:
… Darío Carmona García
… Ignacio Alvízar Linares
¿Por qué ellos?
Porque con ambos personajes se anidó un largo historial de corrupción, venta de plazas, venta de REVOE, edición de libros, equipamientos escolares, nóminas infladas.
Eran “Dios en el poder Educativo”.
Veamos.
Darío Carmona logró amasar una fortuna de ¡5 mil millones de pesos!
Riqueza que obtiene durante su estancia de 20 años en el organigrama del sector educativo en la Dirección General de Bachilleratos y Director Académico durante la administración de Melquíades Morales; secretario de Educación Pública en el sexenio de Mario Marín; y poderoso asesor en el gobierno de Rafael Moreno Valle, y asesor del secretario de Educación Pública Federal, Esteban Moctezuma Barragán en el gobierno de José Antonio Gali y el interinato de Guillermo Pacheco Pulido.
Después de transitar sin plaza de base y dando clases de música, la fortuna le sonrió y logra –gestión de Melquíades Morales– la Dirección de Bachilleratos, que le permite “el negocio” de vender ocho mil horas-clase y dos paquetes de libros a 250 mil bachilleres.
Si el maestro quería acceder al paquete de ocho mil horas-clase, las cuales eran totalmente gratuitas, tenía que pagar 10 mil pesos por hora para estar en la ciudad o zona conurbada; al interior del estado se cotizaron a tres mil pesos.
Esto le permitió obtener una “bolsa extraordinaria” de 240 millones de pesos.
La venta de libros a los mil 500 bachilleratos, con una población de 250 mil estudiantes, se dieron a 600 pesos por alumno, que le reportó 300 millones por ciclo escolar y fueron seis años que estuvo al frente de la SEP, le arrojó una “ganancia extraordinaria” de mil 800 millones de pesos.
“El trébol” de la fortuna continúa sonriéndole cuando Javier López Zavala logra obtener el “vo.bo” del gobernador Mario Marín Torres para que Darío Carmona sea titular de Educación Pública.
Y con ello arriba “la vendimia de las RVOE” –Registro de Validez Oficial de Estudios– a las universidades privadas para que estén autorizadas a impartir Licenciaturas, Maestrías y Doctorados.
El tráfico y venta de las RVOE era de un millón de pesos por cada una, por lo que resulta incalculable la bolsa millonaria que logró don Darío.
Por cierto, Foro 21 publicó en su edición del 25 de noviembre de 2019:
“Darío Carmona saqueó la SEP… 5 mil millones de pesos el botín”
Y el maestro Carmona García jamás la desmintió.
Y el que calla otorga.
Y resulta que por señalamiento del titular del Ejecutivo… será llamado a cuentas.
El caso de Ignacio Alvízar Linares se da cuando ingresa a la SEP a la Dirección de Recursos Financieros, lo que le permite conocer las entrañas del manejo y distribución de los millonarios recursos de la dependencia.
Corría el gobierno de Melquíades Morales.
Y el señor Alvízar al tiempo de ser funcionario es constructor.
Posteriormente se incorpora al gobierno municipal de San Pedro Cholula.
Y de ahí a la Diputación Local.
Y en el mandato de José Antonio Gali Fayad es nombrado secretario de Educación.
Y con don Ignacio llega “la venta de garaje” de “títulos patito”.
De su Secretaría se da la expedición y firma de títulos falsos a través del Instituto de Educación Digital del Estado.
Recibe su “título chocolate” de licenciado en Derecho… Jesús Giles Carmona, dirigente estatal del PAN.
También Francisco Rodríguez Álvarez en Licenciatura en Administración de Empresas, fue secretario de Desarrollo Rural.
Asimismo, Roberto Ruiz Esparza obtuvo “la titulación” de Abogado, estuvo al frente del Instituto Poblano del Deporte.
Solo por citar tres casos.
Pero también se dio la entrega de “calzado de cartón” a los alumnos de primaria.
Y don Ignacio guardó silencio.
Amén del tráfico y venta de plazas, que fue denunciada por maestros y que nunca se escuchó, menos se atendió.
Foro 21 en su portada del 2 de septiembre de 2019 plasmó:
“Ignacio Alvízar, Jorge Aguilar Chedraui y Jorge Benito Cruz se enriquecieron… los nuevo ricos”.
Resta esperar que ahora sí se cumpla con llamar a cuentas a dos ex titulares de Educación que se abocaron a enriquecerse y hacer múltiples negocios, que les permite vivir con opulencia, tener dos y tres mujeres, autos, viajes al extranjero y cuentas bancarias.
¿Habrá justicia…?
¿O sólo se trata de una declaración mediática para tratar de apagar un poco la explosión de la pandemia del Covid-19?
¿O esperará inicio de 2021, año electoral para elegir 217 alcaldes, 41 legisladores locales y 15 diputados federales?
Al tiempo.