El único consuelo que les queda a los deudos que perdieron familiares a causa del Covid-19, es tener las cenizas que les entregaron en sus domicilios hasta que la actividad se normalice y puedan depositarlas en un nicho.
Algunos familiares de víctimas de la enfermedad han decidido montar un altar en sus domicilios para colocar las urnas y con la gente más cercana hacerles rosarios.
Eduardo, un hombre que perdió a su hermano a causa del Covid-19, reconoció que la muerte “los tomó por sorpresa”.
Explicó que un día escuchó a su hermano con gripe y al otro le notificaron que lo habían trasladado a un nosocomio del IMSS, donde murió tres días después de que lo internaron y donde lo entregaron en cenizas, dentro de una urna.
“Nosotros le pusimos un altar a mi hermano, aquí en la casa, lo tenemos. Estamos incrédulos de su muerte, estamos como en shock; no lo creemos, pero vemos las cenizas y nos caen como balde de agua fría, porque la realidad es que sí murió y por Covid”, señaló Eduardo, de 47 años.
El hombre reiteró que la noticia del deceso los tomó por sorpresa y al momento no supieron cómo actuar ni tuvieron ánimo para buscar dónde depositar la urna.
Además de que tampoco contaban con los recursos para afrontar los gastos, por lo que junto con su mamá decidió llevarlas a su casa y esperarán a que puedan hacer un ritual de despedida.
“Es mucho dinero el que debes de pagar de un día a otro, no lo teníamos y aun así pagamos cerca de 20 mil pesos en trámites y en la cremación”, detalló.
Algunas funerarias otorgan apoyo emocional para los deudos que no tuvieron tiempo de despedirse de sus familiares y que lidian con asimilar la muerte.
Valle de los Ángeles, por ejemplo, cuenta con la unidad de acompañamiento en pérdida y duelo sin costo extra, en la que ofrece pláticas y talleres que apoyan a comprender las distintas fases del duelo.
También publican videos en Facebook y agendan citas con su tanatóloga.
Funerarias como Camino al Cielo también brindan el apoyo emocional a la gente que perdió a un ser querido por Covid-19 y no tuvieron la oportunidad de despedirse antes de que falleciera.
Mientras que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que las trabajadoras sociales tienen la especialidad de tanatología y desde un inicio los orientan en el duelo.