Impotencia y desesperación fue lo que sintió Ana cuando se enteró que su hijo, en prisión, había sido diagnosticado con Covid-19.

La mujer dijo que temía que su hijo enfrentara la pandemia en un lugar donde no hay médico y pudiera correr cualquier riesgo.

“Impotencia total que mi familiar esté en un lugar donde no hay un médico y puede pasar de todo, yo tengo conocidos que han tenido Covid-19 y los he escuchado muy mal, sus ataques de tos y su temperatura y me duele el corazón de que no sé cómo atienden a mi hijo, no nos avisan nada, son bien negligentes, todos confusos”, lamentó.

Aseguró que el miedo se apoderó de ella luego de que nadie le diera informes de la salud de su interno, que fue trasladado al CIEPA, que el gobierno del estado acondicionó para albergar a los internos contagiados.

“Todo es un impacto porque para mí todo fue muy confuso, para empezar el miedo desde mayo cuando me habló, yo entré en pánico, no sabía qué había pasado, fui a pedir informes, me dijeron que no entraba la visita y pasaron los días sin nada concreto”, relató.

Dijo que le pedía a las autoridades que le mostraran las pruebas de que su hijo estaba contagiado debido a que él no presentó ningún síntoma y rogaba que no estuviera con internos que presentaban todos los síntomas para evitar que se agravara.

“Ahí en el penal se burlaban de ellos, que se iban a morir de Covid. Él está con internos con síntomas, yo sólo pedía que tuvieran un protocolo para checar a los asintomáticos, separarlos, no tienen ningún tipo de protocolo en cuanto a medidas de sanidad y uno cae más en el caos en la confusión, si están enfermos porque la comida es tan fea, no les dan agua por tenerlos como perritos, el CIEPA sólo fue un lugar donde los fueron a aventar”, sentenció.

Los días han pasado y Ana aún no recupera su tranquilidad, espera que el gobierno les haga una segunda prueba para confirmar que ya no tienen Covid y que regresen a su familiar a su penal de origen.

“Yo le pedí a Dios ese valor para seguir en esto, ese día pensé que mi hijo había cometido un error, pero como madre nadie quiere ver a su hijo muerto, uno no puede decir nada porque hay represión y amenazas”, reconoció.

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