Berlín recordó hoy a todas las personas que perdieron la vida intentando atravesar el Muro de 155 kilómetros de largo y 3,6 metros de altura que se levantó hace 59 años y que dividió la ciudad durante casi tres décadas.
En una conmemoración en el monumento del Muro en la calle Bernauer Strasse, la secretaria de Estado de Cultura, Monika Grütters, y el alcalde de Berlín, Michael Müller, depositaron coronas de flores. También estuvo presente Karin Gueffroy, madre de Chris Gueffroy, la última ciudadana de la extinta República Democrática Alemana (RDA) que fue ultimada durante su intento de cruzar al sector occidental.
La Fundación del Muro informó que este año solo pudieron asistir 20 personas al acto debido a la pandemia de coronavirus. Encendieron una vela en la Capilla de la Reconciliación y testigos pronunciaron discursos.
Grütters subrayó que las víctimas de la división alemana nunca serán olvidadas y que el Muro de Berlín fue el símbolo de una política fronteriza ligada a la muerte. La titular de Cultura enfatizó que el régimen socialista de la RDA violó los derechos humanos fundamentales y que no permitió a los ciudadanos ningún espacio para la libertad, la democracia y el estado de Derecho.
En la madrugada del 13 de agosto de 1961, soldados armados recorrieron Berlín bloqueando calles con barricadas, alambre de púa y columnas de cemento. Así nacía el conocido como el “Muro de la vergüenza”, el último eslabón en una cadena de medidas desesperadas para frenar la imparable huida de los habitantes de Alemania Oriental.
Este paso selló la división de Alemania, que culminó al cabo de más de 28 años con la caída del Muro el 9 de noviembre de 1989.
Según los investigadores, al menos 140 personas murieron en Berlín después de la construcción del Muro como resultado del régimen fronterizo de la RDA.
DAMG