Una tragicomedia grave y escandalosa fue como el presidente Andrés Manuel López Obrador describió la denuncia de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, filtrada a dos días de que el mandatario pidió que ésta se hiciera pública de forma íntegra.
Y eso que apenas leyó hasta la página 25, pues ni se quería desvelar ni soñar feo.
“No quería yo tener pesadillas por lo que estaba yo leyendo, porque sí está escandalosa. Es mucho más fuerte (que una serie de televisión), es una denuncia muy grave”.
En la denuncia, Lozoya implica a los expresidentes Carlos Salinas, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, así como a más de una decena de políticos, entre ellos sus exrivales de campaña Ricardo Anaya y José Antonio Meade.
Se le cuestionó por los deslindes de éstos últimos, en tanto los primeros han callado.
“Si no participaron, si no recibieron dinero, pues que no se preocupen, no les va a pasar nada; y si están siendo difamados, pues que presenten denuncias por daño moral, pero pues no hay más”.
Afirmó que su Gobierno no está persiguiendo a nadie, sólo se combate a la corrupción. Y pidió confiar en que la FGR no permitirá que la filtración tumbe el proceso y nadie pare en la cárcel, pues en este caso -a su consideración- debe permear la justicia y no el derecho.
Aseguró que concluirá la “tragicomedia” que consta de 63 páginas, y en un afán de que la mayor parte de la población la conozca, no descartó hacer una historieta de ella.
LEG