Perú, que tiene el brote más letal del COVID-19 en el mundo, recibirá desde septiembre la inoculación de vacunas de prueba de los laboratorios Sinopharm de China y Johnson & Johnson de Estados Unidos, en medio de una carrera global en la fase de ensayos masivos para determinar el efecto real de las inoculaciones.
La estatal farmacéutica Sinopharm de China comenzó esta semana el proceso para reclutar hasta 6 mil voluntarios del país sudamericano, mientras espera que una misión de 32 científicos chinos llegue a Perú en los próximos días para trabajar de cerca con investigadores locales.
Ser parte de una de las últimas fases de estos ensayos clínicos podría ayudar a Perú a obtener más rápido las vacunas, según expertos. Una vacuna podría estar lista en los primeros meses del 2021.
El acopio de voluntarios y los ensayos de Sinopharm han sido encargados a las universidades con más tradición en investigación médica en Perú, la privada Universidad Peruana Cayetano Heredia y la estatal Universidad Mayor de San Marcos.
“Va a venir una delegación china en un avión, donde van a traer las vacunas junto con una misión de científicos chinos”, dijo a Reuters el médico e investigador principal para estudios de vacuna de la universidad Cayetano Heredia, Germán Málaga.
“Esto va a ocurrir (la llegada de la misión) mas o menos el 3 de septiembre, para comenzar con la vacunación el 8 de septiembre”, afirmó el experto.
El ingreso a Perú de Sinopharm es parte de un amplio esfuerzo de la firma en Latinoamérica, donde también participará en Argentina.
Otros laboratorios chinos que estarán haciendo ensayos en la región son Sinovac Biotech que trabajará en Brasil y Chile; y Walvax Biotechnology Co Ltd y CanSino Biologics Inc en México, según reportes gubernamentales.
El inicio de ensayos en Perú se producirá mientras registra casi 622 mil casos de coronavirus, el segundo país con más contagios en América Latina y el sexto en el mundo. En tanto los fallecidos por COVID-19 suman 28 mil 277, el octavo a nivel mundial.
Con ello la tasa de mortalidad de Perú es la más alta en el mundo, con 86,67 muertos por cada 100.000 habitantes, según un recuento de Reuters, un poco por delante que Bélgica.
JOHNSON & JOHNSON
Pero los fallecidos en Perú, con una población de 32,6 millones de habitantes, podrían ser más. El sistema nacional de defunciones registró entre abril y agosto de este año 68 mil 192 muertos más frente al mismo periodo del 2019. Muchos murieron con síntomas de COVID pero sin pruebas de descarte.
A la crisis de la pandemia se suma el descalabro de la economía de Perú, el segundo mayor productor de cobre en el mundo, que según una proyección del Gobierno se hundirá este año un 12%, su peor desempeño en casi tres décadas.
En ese contexto, Johnson & Johnson de Estados Unidos, confirmó esta semana sus ensayos en Perú, Chile y Argentina. Antes ya había anunciado hacerlo en Brasil, Colombia y México.
“Johnson & Johnson ha confirmado el inicio de pruebas el 24 de septiembre con unas 4 mil personas (de voluntarios)”, dijo el jueves a periodistas el primer ministro peruano, Walter Martos.
“Estamos contactando con otras empresas, laboratorios, de Gran Bretaña y de otros países que nos van a facilitar por lo menos inmunizar al 70% de la población” local, precisó.
El presidente Martín Vizcarra anunció la semana pasada que su Gobierno está en negociaciones con cinco firmas farmacéuticas proveedoras de vacunas para atender a 30,4 millones de personas.
El jefe asesor del área de inmunizaciones y vacunas del ministerio de Salud, Carlos Castillo, afirmó que ser parte del proceso global de ensayos de las vacunas es una ventaja.
“Hay como un acuerdo no escrito, en el sentido de que en el país donde se realiza este ensayo clínico tiene el acceso prioritario para tener la disponibilidad de la vacuna”, afirmó.
Lo mismo opinó el investigador de la universidad Cayetano Heredia. “Participar en estos estudios permitirá que Perú pueda negociar con los actores principales en el mundo (…) obtener en un plazo relativamente corto una vacuna”, afirmó Málaga.
ica