Así como aprobó la despenalización del aborto en Oaxaca entre celebraciones y descalificaciones a quienes votaron en contra, así, con esa misma energía, Morena rechazó en Hidalgo una iniciativa en el mismo sentido y optó porque se continuara procesando judicialmente a las mujeres que interrumpan su embarazo.
¿Y entonces, cuál es la postura del Movimiento de Regeneración Nacional en torno a un problema como las muertes de mujeres o la pena judicial en su contra por abortos clandestinos?
No hay una postura clara. El mismo creador del partido, el presidente López Obrador, que ahora tiene licencia como militante, no la define:
“Como genera mucha polémica, no quiero meterme. Y ofrezco una disculpa porque ya tengo muchos asuntos que atender”, respondió el 13 de diciembre, cuando le preguntaron sobre el tema en la conferencia mañanera. En septiembre ya le había dado la vuelta a una pregunta sobre la despenalización del aborto en Oaxaca.
En 2017, cuando la ola morenista comenzaba a crecer, las puertas se abrieron a todo el que quisiera entrar, sin importar su ideología o las causas que habían defendido. Lo importante era hacer crecer el padrón. Muchos caciques regionales que habían perdido terreno, se incorporaron al movimiento y revivieron políticamente pues se montaron en el partido ganador sin pasar filtro alguno. Un regalazo.
A un líder morenista mexiquense, específicamente de Texcoco, se le oyó decir: “Yo estoy como en los microbuses: ¡Súbale, súbale!¡Hay lugares!”
…Y en 2018, sucedió un fenómeno similar. Por ejemplo: en enero, ante las publicaciones de algunas columnas de que Gabriela Cuevas dejaría el PAN para irse a Morena, la entonces senadora, una de las panistas que hasta ese momento había representado a la oposición más antilopezobradorista, aseguraba a Santiago Creel que no era verdad, que eran inventos de la prensa. La realidad es que en el PAN también negociaba una candidatura, pero no se la aseguraban, así es que con todo y lo contradictorio que pudiera parecer se fue a apoyar a su antiguo contendiente, porque era el único que le garantizaba continuar como presidenta de la Unión Interparlamentaria.
Por eso, las contradicciones y prioridades de ese partido cambian de distrito a distrito, de municipio a municipio y de estado a estado. No hay un vínculo en ideología o ideales más que mantener el poder logrado por el arrastre que tiene el Presidente.
Y la actual lucha por la dirigencia es un capítulo similar, que resume las contradicciones en la forma de percibir y enfrentar la realidad política y económica de México.
La disputa por la dirigencia de Morena ha afectado al partido, pues no ha podido alcanzar objetivos más allá de los que han consolidado Ricardo Monreal y Mario Delgado en su Cámaras, pero en un espectro más amplio, en estados y municipios, han perdido espacios en el debate.
#A’iVieneElLobo
Las prisas por aprobar el T-MEC dejaron la puerta abierta a lo que, hasta el momento, se considera un “abuso” en términos de supervisión por parte de EU, como son los agregados laborales. Si todo es como dicen las autoridades mexicanas, el balón está del lado de nuestro Gobierno.