El proceso electoral de 2021 será el más complejo de la historia, porque convergerán diversos retos: la pandemia, evitar dinero ilícito y público en campañas, garantizar la paridad de género, combatir la violencia política contra mujeres y la reelección de diputados federales.
De acuerdo con el calendario aprobado por el Instituto Nacional Electoral (INE), el próximo 7 de septiembre arrancará oficialmente la organización del proceso electoral 2021, con sus tareas administrativas.
Se prevé que las actividades partidistas inicien a finales de diciembre y principios de enero con las precampañas para diputados federales, así como las de elecciones locales en las 32 entidades, incluyendo 15 gubernaturas.
En total, se elegirán 21 mil 368 cargos y podrán votar 94.9 millones de personas, lo que convierten al proceso electoral de 2021 en el más grande de la historia, aderezado por varias complejidades.
Para el caso de la epidemia de Covid-19, independiente al riesgo de contagio que exista en las diversas etapas del proceso electoral, el INE tiene planeado un gasto de 378 millones de pesos para la compra de insumos como caretas, cubrebocas, guantes, gel antibacterial y la sanitización de las 164 mil 550 casillas únicas que se instalarán en el país.
Además, durante la jornada de votación, programada para el próximo 6 de junio, se solicitará a las personas que respeten la sana distancia, usen cubrebocas y lleven su propio marcador para emitir su voto.
Ante ese escenario, y con la probabilidad de una baja participación ciudadana, el INE, según fuentes consultadas por este diario, analiza desde ampliar los horarios, colocar más casillas y extender la jornada de votación por tres días.
A los retos de la pandemia, se suma el de la fiscalización, debido a que el INE tendrá como atribución auditar, en tiempo real, los gastos de campaña de candidatos desde alcaldes, legisladores locales y federales, así como gobernadores. INE
La legislación electoral mandata al Instituto para tener listos los dictámenes de fiscalización de cada candidato tras 45 días de la elección, debido a que un rebase en los topes de gastos de campaña de más del 5% es una causal de nulidad del triunfo.
Por lo que la consejera Carla Humphrey considera que el marco jurídico del INE en cuestiones de fiscalización se ha quedado corto, pues de debería avalar una colaboración mayor con la Unidad de Inteligencia Financiera, e incluso, organizaciones internacionales, con el objetivo de que el dinero del crimen o de las arcas públicas no se utilicen en las campañas.
El reto es que ante la sospecha, fundada en la denuncia presentada por Emilio Lozoya de que sobornos de Odebrecht se utilizaron en la campaña de 2012, es que se evite el ingreso de dinero ilícito y en 45 días se analice si hubo financiamiento irregular a los candidatos.
Otra de las complejidades, según la consejera, es asegurar que se cumpla el principio de paridad total, que significa la postulación de candidaturas en igualdad para hombres y mujeres.
Sobre el caso de la reelección de diputados federales, la primera desde que se introdujo esa figura en la legislación, durante su participación en un foro organizado por el Centro de Estudios Alonso Lujambio del ITAM, la consejera Humphrey reconoció que dependerá de los partidos qué legisladores se inscribirán para buscar la reelección y no de los ciudadanos como método de calificar su trabajo.
Además, la elección de 2021 se considera inédita por tres factores: por primera vez podrían votar las personas encarceladas pero sin sentencia; los mexicanos residentes en el extranjero podrán hacer uso del voto electrónico y nuevos partidos entrarán a la escena electoral.
LEG