El maestro potosino Luis Javier Rubio Guerrero, fraile dominico y miembro del Consejo General de la Orden de Predicadores, vive desde hace cuatro años en Roma al ser asistente del Maestro General de la Orden, por lo que experimenta de primera mano la situación de la pandemia por Covid-19 en el país europeo.

Al ser el encargado de la red en América Latina y el Caribe, su trabajo también conllevaba viajar a los países de este territorio. Sin embargo, debido a la pandemia no había podido regresar a México hasta hace un mes, el cual se vio marcado por dificultades y numerosos controles de salud para poder salir de Europa.

El maestro Rubio Guerrero explicó que los vuelos han sido restringidos, mientras que ahora las líneas aéreas operan con mucha menos frecuencia. Por lo que tuvo que tomar un vuelo en Alemania para poder viajar a México.

“La situación para volver fue con muchas medidas de seguridad. Se pide que la persona que vaya al aeropuerto acuda previamente con una autocertificación, por lo menos en Italia, en donde se compruebe que no hay síntomas de Covid: temperatura alta, dolor de cabeza, en fin, todo lo que eso significa”, relató.

Además de este requisito, también existen controles rigurosos de seguridad y de salud para poder entrar a los aeropuertos y las diversas áreas para abordar un vuelo. Comentó que antes de subir al avión que lo traería a México, le solicitaron escanear un código para llenar un formato que sería enviado a las autoridades mexicanas y que tenía que mostrar una vez que llegara a territorio nacional.

En contraste, la experiencia del maestro de su llegada a México se vio más relajada, pues señaló que a pesar de que existen avisos sobre las medidas sanitarias, no le fueron aplicadas y tampoco le solicitaron los documentos que tuvo que dar en Alemania.

Respecto al manejo de la pandemia en Italia, Rubio Guerrero señaló que desde el norte al sur del país las medidas de seguridad fueron extremas, pues en su caso no pudo salir de casa durante cuatro meses.

De igual forma las fronteras internas del país se encontraban cerradas y una vez que se comenzaron a relajar las medidas, el uso de cubrebocas se convirtió en obligatorio, ya que de lo contrario la gente que no portaban la mascarilla era multada.

“Realmente fue una situación de extrema dureza, pero creo que necesaria porque esa fue la manera en la que se bajaron los contagios”, comentó.

Y una vez que el sector salud italiano se encontró preparado, fue prioritaria la aplicación de pruebas a toda la población.

En contraste, opinó que el control de la pandemia en el Estado es variable, ya que ha observado que en algunas partes de la ciudad la población cumple con las medidas, pero en otras áreas no se toman las precauciones adecuadas. Además que a pesar de que el uso de cubrebocas es obligatorio, no se cuenta con acciones punitivas.

Para Rubio Guerrero existe un relajamiento de las medidas de seguridad en el estado. Mientras que observa que las autoridades no siempre cumplen con el uso de cubrebocas y no se cuenta con grandes posibilidades de que las personas se realicen la prueba PCR y tengan sus resultados de manera inmediata.

El maestro espera regresar a Italia pronto, ya que dependerá de los protocolos de seguridad si puede realizar el viaje y poder entrar a Europa, en donde existen mayores restricciones para los países que no forman parte de la Unión Europea (UE).

Por último, comentó que a pesar del deseo de la población de regresar a la normalidad antes de la pandemia, esto no podrá ocurrir debido a que es necesario tener mayores cuidados en los temas de higiene y salud.

Para el maestro Rubio Guerrero la oportunidad de poder establecer una cierta normalidad ocurrirá hasta que no se pueda prevenir el contagio del Covid 19, y cuando se cuente con una vacuna o algún tratamiento que elimine el virus, lo cual podría suceder hasta finales de este año o en el 2021.

cs

Ver nota original