La economía mexicana tendrá un repunte de hasta 4.6% en 2021, luego de la crisis por la pandemia del Covid-19 y la posible existencia de una vacuna contra este virus, estimó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

De acuerdo con los Criterios Generales de Política Económica 2021, esta cifra del PIB “podría ajustarse si la disponibilidad de una vacuna contra el coronavirus permite una reapertura amplia a principios del año”.

Sin embargo, para 2020 planteó una contracción de hasta 8%, resultado de las afectaciones por la contingencia sanitaria y la parálisis económica.

Para el próximo año, prevé que el precio de la mezcla mexicana de exportación será de 42.1 dólares por barril, en línea con su evolución reciente y con los futuros y estimaciones de analistas para los crudos WTI y Brent.

Además, se estima una plataforma de producción de 1.85 millones de barriles diarios, que considera el nuevo entorno de demanda y precios, así como “el renovado énfasis en la eficiencia en la producción y abastecimiento de combustibles por parte de Petróleos Mexicanos.

En tanto, se espera una inflación anual de 3% al cierre de 2021, al igual que una tasa de interés de 4%. Para estos escenarios, se supone que la inflación continuará dentro del rango fijado por el Banco de México (Banxico) y que solo existirá un recorte de 50 puntos base a la tasa referencial en 2020, es decir, no se prevén ajustes adicionales durante el próximo año.

Según la dependencia, el tipo de cambio será de 22.1 pesos dólar, lo cual asume una trayectoria decreciente a lo largo de 2021, consistente con la recuperación económica.

También se anticipan ingresos por 5 billones 539 mil millones para 2021, menores en 3% respecto a los aprobados en 2020, pero mayores en 6.4% real con relación a los estimados al cierre de año, excluyendo los ingresos no tributarios no recurrentes.

Ante todo este panorama, según el documentado presentado por la SHCP, las dependencias y entidades se sujetarán a las disposiciones de austeridad y disciplina presupuestaria planteadas por la Cuarta Transformación.

Lo anterior implica también que no se podrán crear nuevas plazas laborales, salvo que se cuente con la previsión presupuestaria aprobada para tal fin en el Presupuesto de Egresos, o que sean resultado de reformas jurídicas; así como por determinación de la Secretaría de Hacienda en los supuestos en que las mismas generen los ingresos para cubrir su gasto respectivo.

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