BRASILIA.- Los incendios en la selva amazónica empeoraron en la primera semana de septiembre y se están propagando hacia áreas de bosques vírgenes, mostraron el miércoles datos satelitales, después de que el número de focos posiblemente alcanzó un máximo de 10 años en agosto.
Brasil reportó 8 mil 373 incendios en su porción de la selva amazónica en los primeros siete días de septiembre, más que el doble del número de siniestros del mismo período del año previo, según datos de la agencia nacional de investigación espacial de Brasil, Inpe.
Una gran preocupación es que el 27% de los grandes incendios en lo que va de septiembre han ocurrido en bosques vírgenes, en lugar de áreas recientemente deforestadas o tierras agrícolas donde las llamas son más contenidas, según un análisis de imágenes satelitales del grupo Amazon Conservation, con sede en Estados Unidos, que fue revisado en exclusiva por Reuters.
Eso es un alza desde el 13% de agosto.
“Es mucho más de este escenario de incendios descontrolados que se están produciendo”, dijo Matt Finer, quien lidera el proyecto de seguimiento de incendios del grupo sin fines de lucro.
“Esos incendios, no tenemos ideas de hacia dónde van a ir, cuándo van a parar y a medida que se intensifica la temporada seca, sólo van a empeorar”, agregó.
Considerando todos los tipos de incendios, septiembre ya ha promediado 53 grandes focos al día en la primera semana, un aumento desde los 18 por día de agosto, según Amazon Conservation.
El grupo define como un gran incendio aquellos que emiten suficiente humo como para indicar que una gran cantidad de biomasa se está quemando, mientras que los datos del Inpe se basan en puntos de calor, lo que también detecta focos más pequeños.
La cifra del Inpe que muestra que los incendios se duplicaron podría ser una subestimación, debido a que un problema con un satélite de la NASA causó que los reportes de datos fueran parciales hasta el 2 de septiembre, aunque el problema fue resuelto en los días posteriores, según NASA e Inpe.
Los datos revisados de Inpe mostrarían que los incendios alcanzaron un máximo de 10 años en agosto, una situación peor que la vista durante el mismo mes el año pasado, cuando los incendios en la selva amazónica motivaron críticas globales.
MGL