Un grupo de investigadores de la Universidad de Hawai encontró trazas de hematita en la superficie lunar, un mineral que se produce cuando El Hierro se expone al oxígeno y al agua.

La Nasa explica en un comunicado que el óxido se encuentra normalmente en Marte por lo que su presencia en la Luna “no tiene ningún sentido”.

Shuai Li, principal investigador del informe estudió restos de agua en la superficie del satélite, gracias a la nave Chandrayaan-1, procedente de una misión india en 2008.

Li explicó que aunque la superficie de la luna esta llena de rocas ricas en hierro, es muy raro encontrar hematita.

“Hay una corriente de partículas cargadas que fluye desde el Sol, encargada de bombardear la Tierra y la Luna con hidrógeno. El hidrógeno dificulta la formación de hematita. De hecho, es lo contrario de lo que se necesita para producirla”, comentó el científico.

Para realizar la investigación “se elaboró un modelo de tres puntos para explicar cómo se podría formar el óxido en un entorno así”.

El óxido solo se puede formar al mezclar el oxígeno y el agua y aunque la Luna carece de atmósfera sí alberga trazas de oxígeno.

“El campo magnético de la Tierra se arrastra detrás del planeta como una manga de viento. En 2007, el orbitador japonés Kaguya descubrió que el oxígeno de la atmósfera superior de la Tierra puede viajar en esta cola magnética, como se la conoce oficialmente, viajando las 239,000 millas (385,00 kilómetros) hasta la Luna”, explica la Nasa.

Li sugiere que el oxígeno de la Tierra podría estar impulsando la formación de hematita.

En otras palabras, el rastro de oxígeno que va de la Tierra a la Luna no lo transporta partículas necesarias para generar óxido, sino que también bloquean el hidrógeno que evitaría su originación.

“Si bien la mayor parte de la Luna está completamente seca, se puede encontrar hielo de agua en los cráteres lunares sombreados en el lado opuesto de la Luna”.

Shuai Li también menciona que las partículas de polvo que se mueven rápidamente y azotan regularmente la Luna podrían liberar moléculas de agua, transportadas oír la superficie para después mezclarse con hierro en el suelo lunar.

La Nasa señaló que “Se necesitan más datos para determinar exactamente cómo interactúa el agua con la roca”.

 

ica

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