“Los aficionados van el domingo al futbol para encontrar la victoria que les niega la vida el resto de la semana”: Armando Nogueira, sociólogo brasileño.

El sábado por la tarde, con hija recuperada de faringitis, con una esposa rebosante de alegría por un nuevo proyecto y con futbol hasta la saciedad, nada podía estar mal hasta que me asomé al tugurio en el que hoy se ha convertido Twitter y vi que Emilio Fernando Alonso era tendencia.

Debo ser sincero, casi se me va el santo al cielo, como decía mi abuela. Y es que después del susto que nos pegó Don Emilio en 2005 con su desafortunado derrame cerebral, todo podíamos pensar. En segundos el alma volvió al cuerpo al saber que, el oriundo de Iguala, Guerrero sigue siendo el mejor cronista deportivo de México.

Todo se trató de una pregunta que se lanzó en las ‘benditas’ redes sociales: “Entre los grandes narradores del futbol mexicano… ¿a quién ves además, como todo un ejemplo de vida?”. Lógico era entonces, que Don Emilio fuera tendencia.

Y con ello “estamos arrrrrrrrrrrrrrrancando…” un sinfín de partidos de futbol cobijados por extraodinarios breviarios culturares, llenos de elegancia y pulcritud que, después del suceso de 2005, tienen un mayor valor.

Cómo no recodar esas tardes de domingo en la “ciudad de los grandes esfuerzos”, en el viejo estadio Corona, o las noches de sábado en el Morelos “al pie del Cerro del Quinceo” o bien en la “ciudad de los deportes”, narrando a Cruz Azul.

Alguna vez le escuché decir: “hoy este negocio se ha convertido en una carrera de moda, gente sin vocación, preparación y gusto”. Y cuando vuelvo a escuchar aquella narración de la eliminatoria mundialista, México contra Honduras en 2001 y cómo cantó los goles de Cuauhtémoc Blanco y Palencia, todo tiene sentido.

Desde 1985, Don Emilio Fernando Alonso ha entendido a cabalidad que, “los aficionados van el domingo al futbol para encontrar la victoria que les niega la vida el resto de la semana”, que al lado de cada futbolista hay una familia y que los cronistas nunca somos las estrellas de espectáculo.

Hoy no lo escuchamos a menudo; sin embargo siempre será un deleite sintonizarlo sin importar que sea un Standard de Lieja contra Genk o una final de futbol mexicano. Ha dejado escuela a quienes estamos en el negocio y, mayor aún a una hija como Mafer Alonso, quien no siguió los pasos en la narración pero que a nivel de cancha demuestra la responsabilidad que conlleva el apellido Alonso en tercera generación.

Así pues, Don Emilio Fernando Alonso es el mejor cronista deportivo en México y celebro que aún podamos gozar sus narraciones con estilo inigualable y fina voz.

 

Alfredo González – @AlfredoGL15