Royal Dutch Shell Plc detuvo algunas actividades de producción petrolera y comenzó a evacuar sus trabajadores de una plataforma en aguas estadounidenses del Golfo de México, dijo este sábado la compañía, mientras una nueva tormenta tropical ganaba fuerza.
Beta, la tormenta número 23 en ser designada durante la temporada de huracanes en el Atlántico, se formó en la Bahía de Campeche y el pronóstico apuntaba a que se fortalecería gradualmente para afectar la costa de Texas toda la semana, dijo el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH).
Los productores de petróleo y gas aún estaban reactivando sus operaciones costas afuera. Un 17% de la producción de crudo costas afuera en aguas estadounidenses del Golfo de México seguía fuera de servicio el sábado por las olas y vientos del huracán Sally, y casi 13% de la producción de gas.
El CNH redujo su previsión de vientos máximos a 75 millas por hora (120 kph), justo por encima de la intensidad de tormenta tropical. Una masa de aire más seco limitará la potencia de Beta y podría impedir que se convierta en un huracán, dijo el centro en una actualización el sábado.
Shell dijo que estaba retirando a los empleados no esenciales de su plataforma Perdido en la parte occidental del Golfo y asegurando plataformas de perforación cercanas.
Occidental Petroleum Corp, que opera en la misma zona, dijo que también empezó a implementar procedimientos para tormenta.
BP, Hess Corp. y Murphy Oil Corp. estaban vigilando las condiciones, dijeron portavoces de las compañías.
Beta se ubicaba a unos 395 km al sur de Lake Charles, Louisiana, con vientos de 96 kmh a las 1800 GMT, dijo el CNH. El centro emitió una alerta de huracán para la mayor parte de la costa de Texas y advirtió de lluvias de hasta 25 cm a lo largo de la costa noroeste del Golfo.
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