El brazo ejecutivo de la Unión Europea lanzó un controvertido plan para revisar las transgredidas reglas migratorias y recibir a los refugiados que huyen de Oriente Medio y África.

El elemento más sensible obligaría de facto a cada Estado a acoger a refugiados bajo una “solidaridad obligatoria”, algo en lo que Polonia y Hungría están en contra. Cada país recibiría 11 mil dólares del presupuesto del bloque por cada adulto admitido.

“Necesitamos a estas personas porque somos una sociedad que envejece”, dijo la principal funcionaria de migración de la UE, Ylva Johansson.

Las interminables disputas sobre dónde ubicar a las personas han provocado rencor entre los países de la costa mediterránea, a donde llegan principalmente los migrantes, los reacios del este y los Estados más ricos del norte, donde muchos aspiran a vivir.

 

 

AR

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