El Banco de México (Banxico) redujo en 25 puntos base la tasa de interés referencial para ubicarla en 4.25%, su nivel más bajo desde septiembre de 2016, derivado de los choques financieros por la pandemia del coronavirus.
Se trata del onceavo recorte al hilo que aplica el Banco Central desde agosto de 2019, así como la séptima baja en lo que va de 2020, mismo que fue tomado por unanimidad de la Junta de Gobierno.
De acuerdo con la institución encabezada por Alejandro Díaz de León, la actividad económica en México, después de una profunda contracción en abril y mayo, comenzó a recuperarse durante junio y julio, aun con un entorno de incertidumbre y riesgos a la baja.
Agregó que las expectativas para la inflación general al cierre del año se incrementaron, mientras que las de mediano y largo plazos se mantuvieron estables en niveles superiores a la meta de 3%, como resultado del aumento en los precios de los energéticos, que llevaron a la inflación de 3.62% a 4.10% entre julio y la primera quincena de septiembre.
“Se anticipan amplias condiciones de holgura a lo largo del horizonte en el que opera la política monetaria. Los retos derivados de la pandemia para la política monetaria incluyen tanto la importante afectación a la actividad económica como un choque financiero y sus efectos en la inflación”, precisó Banxico.
Pese a ello, consideró que la inflación general y subyacente regresarán a un nivel de 3% en un lapso de 12 a 24 meses si existen menores presiones inflacionarias globales o se da un efecto mayor al previsto en la caída del producto, al igual que por una reducción en la demanda de ciertos servicios gracias a las las medidas de distanciamiento.
Sin embargo, entre los riesgos al alza destacan episodios adicionales de depreciación cambiaria; una elevada persistencia de la inflación subyacente, así como problemas logísticos y mayores costos asociados a las medidas sanitarias.
TFA