Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros presentó su renuncia como Delegado de Programas para el Desarrollo.

Mediante un comunicado, afirmó que entrega buenas cuentas y que deja una delegación en marcha, con un equipo capaz de continuar la operación con la misma eficacia, honestidad y sin contratiempos.

Expuso que durante su gestión como delegado, se trabajó para implementar una “nueva política social del Gobierno Federal” y se logró apoyar a casi 1.4 millones de personas, 40% de la población total de Guerrero.

Destacó que la delegación apoya actualmente a más de 800 mil niñas, niños y jóvenes que reciben una beca para continuar sus estudios; casi 700 mil campesinos cuentan con un apoyo para seguir
produciendo y mejorando el ingreso de sus familias; más de 236 mil adultos mayores reciben
puntualmente una pensión que reconoce sus aportaciones a la sociedad y les permite tener una vida
más digna.

Detalló que casi la mitad de los beneficiarios de la delegación en Guerrero (46%) participa en un programa productivo, que busca generar las condiciones para que cada familia pueda salir adelante con su propio esfuerzo.

Actualmente, dijo, “la política social funciona con honestidad y los recursos rinden más, porque ya no
se pierden en una cadena de burocracia, sino que se entregan de manera directa y en las manos de los beneficiarios”.

Al despedirse de sus colaboradores en la Delegación, en Chilpancingo, Pablo Amílcar Sandoval afirmó que “con resultados para Guerrero y con la venia del presidente” deja “la delegación con orgullo y con el corazón lleno de esperanza.

cs

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