Por Margot Castro

 

Con indignación, Ana Teresa Aranda Orozco, sus seguidores y equipo de trabajo recibieron la noticia de que hasta el viernes, cinco días después del inicio de campañas, el Instituto Estatal Electoral (IEE) definirá si otorga el registro para contender por la minigubernatura.

En sesión especial cerca de la media noche del sábado, el consejo general del IEE reconoció el derecho de someter a una audiencia la queja interpuesta por el Partido Acción Nacional (PAN), que acusa a su ex lideresa estatal de incumplir el año fuera del partido, requisito básico para registrarse como candidata independiente .

 En el Instituto Electoral, Aranda y Víctor Manuel Giorgana. ARCHIVO AGENCIA ES IMAGEN
En el Instituto Electoral, Aranda y Víctor Manuel Giorgana.
ARCHIVO AGENCIA ES IMAGEN

“La necedad de este gobernador es brutal y en sesión previa el presidente y su secretaria, con sus más cercanos, han decidido negar el registro a la candidatura, y el argumento es que Ana Teresa no cumple con el año de haber renunciado a su militancia”, dijo la propia Aranda.

En protesta, ella y su abogado Víctor León, con un moño negro declararon “muerta a la democracia en Puebla”, bajo flashes y un minuto de silencio fallido.

Óscar Córdova Amador, suplente representante del PAN, aseguró que Aranda presentó la renuncia al partido el 4 de abril, aunque causó efecto hasta septiembre de ese año. En respuesta, simpatizantes de Ana Teresa lanzaron abucheos y agresiones verbales.

 

Empujones

Socorro Quezada, lideresa estatal del PRD, aguardaba de la sesión del IEE la decisión sobre el presupuesto de 9.8 millones de pesos para actos electorales. El tema se tratará hoy.

Llegó a la sede del instituto con seguidoras, y un grupo de mujeres que estaba en el sitio le cerró el paso. Hubo empujones.

El personal del IEE siguió instrucciones de impedir el ingreso de quienes deseaban ver la sesión. En la calle, gritaron que la reunión es pública y debería entrar cualquier interesado.

Ni Ricardo Jiménez, aspirante a candidato independiente, pudo pasar en un primer momento. Su equipo de colaboradores violó la reja del sitio y logró entrar para enterarse de que fue ratificada su salida de la contienda electoral porque no alcanzó a reunir las 126 mil firmas de apoyo a sus aspiraciones.

Perredistas gritaron en la sala: “¡nos impiden el paso!” y  “¡que nos dejen pasar!”.

 

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