Otra vez el Puebla de la Franja volvió a fallar en casa donde sólo ha ganado dos partidos en lo que llevamos de este atípico 2020 (y ambos contra Toluca) a cambio de cinco derrotas ya contando la del viernes pasado; si pensamos en el Guardianes 2020 el equipo camotero sólo sacó un punto de seis consecutivos en el Cuauhtémoc y en general ha sumado 5 de 18 puntos disputados en el inmueble de la Colonia Maravillas, números muy pobres para una escuadra que aspira a clasificar a la liguilla, ya que el Puebla es décimo primero con 14 puntos, pero si Tijuana gana su partido pendiente a Santos Laguna, el equipo de la Franja caerá al duodécimo presionado por Juárez, Atlas y hasta Necaxa con un duelo directo por disputar en calidad de visitante ante los Rojinegros lo que habla de cómo se ha complicado la vida.
Carlos Poblete estableció como objetivo calificar a la liguilla y, de preferencia, hacerlo entre los ocho primeros, Otra vez esta base de jugadores que la directiva ha sostenido sin importar la irregularidad de Omar Fernández y Christian Tabó, sin importar la prolongada baja de juego de Alejandro Chumacero y la falta de un salto de calidad en posiciones como la defensa central o el centro delantero, tuvo la oportunidad de dar un golpe de autoridad y volvió a fallar.
Tres directores técnicos han sufrido esta situación, Enrique Meza, José Luis Sánchez Solá y ahora Juan Reynoso, los tres han dado chispazos y se han colocado cerca de la clasificación, pero cuando ellos mismos se pusieron en la situación de dar el paso para crecer, no lo pudieron lograr.
La directiva ha sostenido una base de jugadores para marcar una diferencia con otras que cambiaban muchos jugadores cada torneo; si bien la continuidad siempre es aconsejable, los actuales directivos han confundido esa idea y han dejado a futbolistas muy irregulares que, en varias ocasiones, y aquí hemos puesto algunos ejemplos, han demostrado que no pueden dar el do de pecho.
En el Puebla actual también hay responsabilidad del cuerpo técnico que encabeza Juan Reynoso ya que al querer dar un paso al frente y hacer de este equipo de la Franja uno más abierto, acabó con la personalidad que él había creado y terminó por confundir al equipo con jugadores que han alineado en dos o tres posiciones, jugadores que no han justificado con sus actuaciones perder la titularidad, otros a los que limitó los minutos de forma inexplicable, pero más allá de los nombres, los constantes cambios de parado o de idea.
Nuevamente el Puebla fue un equipo que tras los cambios se quedó sin capacidad de reacción ante el primer imponderable en contra y nuevamente cometió errores en los momentos claves.
Antonio Abascal