Prácticamente la misma cantidad de estadounidenses que ven el Super Bowl o las Olimpiadas ven los debates presidenciales; estos se han convertido en el mayor evento de las semanas previas al día de las elecciones y los televidentes son ávidos consumidores de este contenido.

Ahora que han terminado los debates entre los candidatos presidenciales Joe Biden y Donald Trump (el actual presidente), la población estadounidense se alista para la elección del martes 3 de noviembre.

La tradición de debate en EU nace con los candidatos presidenciales Lincoln y Douglas, en el siglo 19. Ambos decidieron participar en una serie de discusiones previas a la elección.

Uno de los debates más icónicos de la historia es el de Kennedy y Nixon. Este fue el primer debate televisado.Previo al debate Kennedy era un personaje relativamente desconocido en la escena política,
mientras que Nixon era el vicepresidente, pero al final de la noche Kennedy se convirtió en una estrella.

Algunos creen que parte del impacto de Kennedy esa noche fue el visual. Nixon había salido recientemente de una hospitalización por lo que se veía débil, enfermo y sudoroso, mientras que Kennedy se veía
bronceado, tranquilo y confiado.

Es considerado que uno de los peores debate de la historia en EU fue el primero entre Biden y Trump. No hubo ningún dialogo entre los candidatos: Trump intimido e interrumpió, por lo que fue imposible tanto para Biden como para el moderador poder hablar más de 30 segundos, sin ser interrumpidos.

Biden trató de mantenerse enfocado en las discusiones de política, pero falló. Ambos candidatos se insultaron y ninguno presento opciones de políticas solidas.

 

 

AR

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