El penal de Santa María Ixcotel, en Oaxaca, fue cerrado definitivamente este lunes y sus internos fueron trasladados a otros centros penitenciarios, en medio de un fuerte operativo de seguridad en el que participaron policías estatales, el Ejército y la Guardia Nacional.

Este centro de internamiento ha operado en condiciones de hacinamiento y sobrepoblación, pues su capacidad era para alojar a unos 800 reclusos, y su población por momentos rebasaba los mil 500.

La decisión de cerrarlo obedeció a estas condiciones y a los dictámenes de Protección Civil, derivados de daños estructurales en el inmueble.

El gobernador Alejandro Murat Hinojosa explicó que el cierre de este penal obedece a que ya era muy viejo y no cumplía con los protocolos de seguridad.

En entrevista durante el inicio de una obra en el Tule, aseguró que este centro de reinserción social tampoco
cumplía con los protocolos de respeto a los derechos humanos de los internos.

Tras el cierre del centro penitenciario fueron trasladados 906 internos, de los cuales 806 van al penal ubicado en San Francisco Tanivet; 50 al de Miahuatlán y 50 al de la Villa de Etla.

“Se trasladaron a más de 900 reos sin ningún incidente; fue una acción coordinada con el Gobierno Federal y la Secretaría de Seguridad Pública”, comentó el mandatario, quien dijo que se evaluará el destino de este espacio con las Fuerzas Armadas.

Con el cierre de este penal de mediana seguridad de suman cuatro los centros de reinserción social clausurados debido a que ya no cumplen con las condiciones adecuadas para albergar a personas privadas de su libertad.

Hasta el momento se han cerrado el centro penitenciario Juchitán; el de Matías Romero; Pochutla, y este domingo el de Santa María Ixcotel.

El gobernador Murat Hinojosa precisó que con esta acción se cierra este año un proceso que arrancó en enero, para cerrar los penales regionales, por lo que sólo quedan el de Tuxtepec y otro en el Istmo.

Con información de ADN Sureste y Quadratin.

 

AR

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