Cuando Ryan Reynolds rodó ‘Blade: Trinity’ supo lo que era ser un recién llegado. Con su primer papel al nivel de los protagonistas descubrió que Wesley Snipes no iba a juntarse con los actores de segunda fila y que la preparación física para una película de acción de Hollywood iba mucho más allá de lo que esperaba.

Hace algunos días, el actor de ‘Deadpool’ recordó sus inicios en el cine. Antes de ser ‘Hannibal King’ tuvo que ponerse en forma. El canadiense estuvo a las órdenes del mismo entrenador que su compañera de reparto Jessica Biel y sus rutinas incluyeron clases de artes marciales y una buena dosis de gimnasio.

Ganó músculo y desarrolló destrezas de combate, pero también sufrió mucho.

“Los entrenadores batieron mi trasero en un fino pudin de maíz”, recuerda Reynolds.

La preparación era necesaria porque la entrega del vampiro se había vuelto más una película de acción que de terror. Además de Reynolds tuvo que enfrentarse en algunas escenas a Paul Levesque, conocido como Triple H durante su carrera como luchador.

Es por ello, que el actor tenía que lucir abdominales y un cuerpo atlético para encajar con el personaje, por lo que desarrolló una preparación “brutal”, según ha explicado.

La otra faceta que no gustó demasiado a Ryan Reynolds fue la relación con el actor principal.

El canadiense es famoso por sus bromas continuas durante los rodajes y por su sentido del humor, pero nunca vivió el ambiente adecuado con la estrella.

“Nunca me encontré con Wesley Snipes en esta película, ni siquiera durante un segundo. Solo vi a Blade”, explicó durante la promoción de la película cuando le preguntaron por la actitud del protagonista principal de la cinta.

Por otra parte, también ha reconocido que las únicas palabras que le dirigió Snipes fueron por un consejo directo: “Mantén la boca cerrada; vivirás más”.

con información de medios

 

EFVE

Ver nota original