“Era algo que teníamos que cuidar mucho nosotros como jugadores, ojalá se resuelva rápido por mis compañeros para que puedan tener su vida como era antes de esto, como futbolistas tenemos que cuidarnos mucho y cuidar a la gente que está a nuestro alrededor, saber que esta carrera no dura más de 15 años, debemos de ser conscientes y estar serenos para vivir de esto. No soy quién para cuestionarle a la directiva sobre si hizo bien o mal con la decisión (de separar a 4 elementos)”: Fernando Beltrán, jugador de Chivas.

Déjame contradecirte, Fernando. Tú sí eres alguien para aplaudirle a la directiva, porque eres ejemplo de humildad, sencillez y compromiso. El dinero, la juventud y la fama pueden ir de la mano; sin embargo al deportista que no tiene un entorno adecuado le sucede lo que a tus compañeros en el Guadalajara.

Dieter Villalpando, José Juan Vázquez, Javier López y Alexis Peña no son más jugadores del Rebaño Sagrado, tras romper los códigos de disciplina. El primero es baja definitiva y los otros tres están transferibles y “no volverán a ponerse la playera de Chivas”, dijo de forma tajante Ricardo Peláez, director deportivo.

Afortunadamente tú, Fernando, vas en otra dirección. Han pasado tres años de tu debut y no te veo agrandado, presumiendo y haciendo alarde de ser ‘jugador de Chivas’. Vamos, hay que estar orgulloso de lo que has logrado pero hay límites que tú conoces a la perfección.

Cuando se vino la oleada de eLiga MX, te vimos en estado puro. Con tres años en Primera División, lo ‘normal’ sería verte en una casa de 500 metros cuadrados, descendiendo de un auto de lujo y múltiples joyas; sin embargo te mostraste sencillo, en casa de tus padres, orgulloso de tus raíces, cómodo en un entorno feliz, aterrizado en valores. “Yo no me fijé en eso, ni me importó mostrar mi casa, no iba a mostrar otra cosa que ni era mía o un lugar donde no vivía”.

Te celebro y admiro, Fer. Siempre ten presente la frase de Matías Almeyda: “la carrera del futbolista es muy corta, si no se acaba, tú la acabas”. Hay muchos espejos en donde mirarse, carreras destruidas por la soberbia, por vivir en un entorno tóxico y por no saber administrar ni el dinero ni la fama.

Tú decides de qué lado quieres estar.

 

Por Alfredo González

@AlfredoGL15