24 Horas Puebla


La pandemia por el coronavirus que obligó a que el Festival Internacional del Globo (FIG) en su edición 2020 se realizara de manera virtual, también afectó la actividad turística que se deriva de este evento y que forma parte de los ingresos que recibe cada año León, Guanajuato.

De acuerdo con directivos del FIG 2020, este año el Festival dejó una derrama de casi 15 millones de pesos, lo que representó a penas un 30% de lo que se logró recaudar el año pasado con la asistencia de más de 500 mil asistentes.

Y es que para evitar contagios y mantener una mayor seguridad sanitaria durante el evento, los organizadores del FIG 2020 decidieron restringir el acceso al Festival sólo a pilotos, medios de comunicación, staff y tripulación de los globos aerostáticos.

A diferencia de otros años, no hubo asistentes que presenciaran los vuelos de los globos, ni conciertos de grupos musicales que amenizaran el evento, pues éstos sólo se llevaron a cabo de manera virtual.

Otra diferencia fue que en vez de los 200 globos que cada año participan, ahora volaron sólo 100. Lo anterior causó un impacto directo en el turismo y en las ganancias de prestadores de servicios turísticos.

“Le calculamos un 70% menos de visitantes, de turistas no hay nada. Antes la gente terminando de ver los globos o estar en el Festival iban a comprar zapatos o a dar una vuelta al Centro, y luego se regresaban a la noche mágica del Festival pero ahora no hay nada de eso”, dijo a 24 HORAS, Fidel Sánchez, taxista en León.

A pesar de que los prestadores de servicio se vieron afectados por la poca afluencia para el FIG 2020, hubo quienes se dieron el lujo de perder turistas. Fue el caso del alojamiento, Löwe Suites, ubicado en la Avenida Los Paraísos, que ofrece habitaciones a través de plataformas como Booking.com; pero si los visitantes llegan incluso media hora más tarde de su registro, les niegan la oportunidad de hospedarse en el edificio adaptado para rentar recámaras.

“Estuve esperando y me tuve que ir. Los esperé demasiado tiempo”, fue el mensaje enviado en WhatsApp por uno de los administradores del alojamiento, quien se negó a responder llamadas o avisar previamente a los usuarios sobre la cancelación de su reservación.

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