Reino Unido y la Unión Europea harán un último intento por alcanzar esta semana un acuerdo que rija su relación comercial después del Brexit, cuando probablemente restan solo unos días para que los negociadores eviten un divorcio caótico a fin de año.

El primer ministro de Irlanda, cuyo país enfrentaría más problemas económicos que cualquiera de los otros 26 estados miembro de la UE en el caso de un Brexit sin acuerdo, advirtió que no hay que tener mucho optimismo, y estimó las posibilidades de un acuerdo en 50%.

El primer ministro británico, Boris Johnson, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, hablaron el sábado y solicitaron a sus equipos reanudar las conversaciones tras la pausa del viernes.

Ambos tendrán una nueva llamada telefónica en la tarde del lunes con la esperanza de que, para entonces, las diferencias sobre los derechos de pesca en aguas del Reino Unido, la igualdad de condiciones en términos de competencia y las formas de resolver los conflictos futuros se hayan estrechado.

Desde que Reino Unido abandonó formalmente la UE, el 31 de enero, los negociadores han incumplido varios plazos para lograr un acuerdo con el bloque comercial más grande del mundo, antes de que el 31 de diciembre finalice un período de transición que ha mantenido la relación sin cambios.

El negociador de la UE, Michel Barnier, informará a los embajadores de los países del bloque en Bruselas sobre la situación a primera hora del lunes y se espera que las conversaciones continúen durante el día.

Si no hay un acuerdo, el proceso de cinco años del Brexit terminará desordenadamente, justo cuando Reino Unido y sus antiguos socios de la UE se enfrentan al costo económico de la pandemia.

El ministro de Agricultura británico, George Eustice, aseguró que el país ha llevado a cabo una gran cantidad de preparativos para un posible Brexit sin acuerdo.

Preocupa a Francia acceso de pescadores

Francia sabe que en cualquier acuerdo comercial con Reino Unido posterior al Brexit, sus pescadores no mantendrán sus cuotas actuales de capturas en aguas británicas, pero un acuerdo debe basarse en un acceso “amplio y duradero”, dijo el ministro de Asuntos Europeos, Clément Beaune.

Reino Unido, afirmó, no puede querer acceder, por un lado, a la totalidad del mercado europeo, y establecer, por otro, sus propios términos de pesca.

“Los días de pleno acceso a las cuotas de pesca en aguas territoriales británicas han terminado”, dijo Beaune.

 

AR

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