Las teorías de la conspiración sobre cómo fueron usadas las máquinas de votación para impedir la reelección de Donald Trump no solo han minado la fe de los estadounidenses en el proceso democrático, sino que representan una amenaza para el mercado de sistemas de votación electrónica en todo el mundo.

Antonio Mugica, director ejecutivo de Smartmatic, con sede en Florida, dijo que las afirmaciones infundadas que han hecho circular Trump y sus aliados sobre la empresa y uno de sus competidores, Dominion Voting Systems, tienen un efecto dominó fuera de Estados Unidos, ya que autoridades de otros países se están mostrando reacias a firmar acuerdos o han advertido que están reevaluando sus contratos.

“No creo que haya un cliente en el mundo que no nos haya contactado para decirnos que esto es un problema y que podría poner en peligro nuestra relación futura o un nuevo contrato potencial”, afirmó Mugica en entrevista.

Su industria fue un “daño colateral” en el marco de un ataque más amplio a las instituciones democráticas, señaló.

Mugica no se decidió a aventurar el costo que tendrá para su negocio, pero dijo que, en el caso de Colombia, un país donde su empresa llevaba años intentando entrar, “mi equipo de ventas me informó que estamos encallados por esta situación”.

Las autoridades electorales del país sudamericano aseguraron que hasta el momento no habían iniciado negociaciones. Mugica dijo que la compañía está haciendo lo que puede para combatir la desinformación.

La firma ya contrató a un abogado experto en difamaciones.

LEG

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