De acuerdo con la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), más de 150 mil pequeñas empresas tuvieron que cerrar su operación al no encontrar un punto de equilibrio.
En contraste la agrupación refiere que las compañías que sobrevivieron debieron innovar en sus procesos para continuar operando dentro de una economía impactada y en un mercado cuyas condiciones de acción han cambiado totalmente.
La contingencia sanitaria a causa del Covid-19 obligó a la sociedad a enfrentarse a una nueva realidad que implica limitación económica y restricciones de movilidad, haciendo que las personas ajustaran sus hábitos y estilos de vida, pero también las empresas cambiaran su manera de operar.
Según el INEGI, antes de la situación del Covid-19, el 75% de emprendimientos cerraban operaciones luego del segundo año de existencia, esto por falta de ventas, principalmente ocasionadas por una mala gestión de marca, ahora, con esta nueva realidad, esta exigencia para transformarse es mayor.
En este contexto la llamada nueva normalidad, las empresas y marcas tienen el gran reto de innovación que les será determinante para continuar existiendo y creciendo, pues, ahora más que nunca, su principal eje de acción debe centrarse totalmente en el cliente para ello se recomienda que una gran táctica para lograrlo es conectar emocionalmente con los consumidores.
“Se puede conseguir una conexión emocional contando historias que inspiren, brinden esperanza y motiven a seguir adelante a pesar de las adversidades, pues dada la contingencia sanitaria la marca debe maximizar sus oportunidades, aumentar su relevancia y conseguir su rentabilidad. Más que pensar en productos para vender, se debe pensar en soluciones que ayuden a resolver”.
El objetivo central debe resaltar el compromiso que la empresa tiene con un entorno seguro y cómo se adapta a las necesidades reales de sus clientes, brindándoles un valor agregado que, a su vez, fomente la lealtad duradera del cliente con la marca.
La identidad visual de la marca ayuda a conectar emocionalmente con los consumidores pues mediante sentimientos y experiencias, refleja el mensaje general de la empresa, sus valores y sus promesas, logrando que la marca sea recordaba y diferenciada de la competencia. Ser empático con la situación actual ayudará a crear una percepción positiva en la mente del consumidor.