Cuando no gana, ¡arrebata! Es un dicho que bien puede describir al aún presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pero lo que pasó ayer en Washington ni él lo esperaba. Luego de encender a sus seguidores en un discurso previo cerca de la Casa Blanca, donde dijo: “Caminemos hacia allá, vamos a darles (a los republicanos que son débiles) el orgullo y la audacia que necesitan para recuperar nuestro país”, los manifestantes se tomaron en serio la misión.

Minutos después, decenas de ellos irrumpieron al Capitolio, burlaron cercas, enfrentaron a los policías, saltaron bardas, rompieron vidrios y provocaron enfrentamientos que terminaron con disparos… y con una mujer primero reportada como herida, luego muerta.

El objetivo: boicotear el proceso legislativo mediante el cual se certificaría la victoria de Joe Biden en las elecciones del 3 de noviembre pasado, no se logró, apenas y fue solamente interrumpido por unas horas.

Hacia la noche temprana, el protocolo en el Congreso se retomó, y la jornada se perfilaba, ahora como por capricho de la institucionalidad de Mitch McConnell, el líder de la mayoría del Senado, a cimentar a Joe Biden como el próximo Presidente, quien asumirá en 13 días.

El presidente electo pidió al actual mandatario que asumiera su responsabilidad y llamara a la paz a la misma turba que él encendió con sus palabras minutos antes. Y lo hizo.

“Recuerden, nosotros somos el Partido de la Ley y el Orden: respeten la Ley y a nuestros grandes hombres y mujeres de Azul. ¡Gracias!”, publicó Trump en su cuenta de Twitter, momentos antes de que la red social decidiera suspenderla por 12 horas tras publicaciones que hacían referencia a afirmaciones no probadas de fraude y a declaraciones que incitaban a la violencia.

Durante las primeras participaciones de los senadores por la noche, una vez que se restableció la sesión, se escuchaba a los legisladores confesar que originalmente iban a presentar objeciones en contra del triunfo del demócrata Biden, pero que tras los hechos observados… ya no les hacía sentido, pues su fundamento era el respeto, precisamente, de la ley y el orden.

Es así que, al menos por esta ocasión, Donald Trump perdió… y no pudo arrebatar.

Desoyen a Trump sus ‘aliados’ republicanos

El vicepresidente Mike Pence rechazó echar abajo el aval al conteo de los votos del Colegio Electoral, como se lo ordenó Donald Trump, y al final los mismos legisladores republicanos comenzaron a voltear bandera al jefe del Ejecutivo.

Congresistas se revelaron después de los hechos de violencia, en los cuales resultó una mujer muerta.

“Estamos siendo testigos de basura de ‘república bananera’ en el Capitolio de Estados Unidos.

@realDonaldTrump, tienes que parar esto”, publicó en Twitter el representante Mike Gallagher, un republicano que ha apoyado al Presidente antes.

El representante James French Hill, que ha votado con Trump más de 95% de las veces, dijo a CNBC: “El Presidente tiene parte de la responsabilidad por la retórica encendida”.

Biden, quien asumirá el cargo el 20 de enero, calificó de “insurrección” el hecho de que los manifestantes hayan asaltado el Capitolio, roto ventanas, ocupado oficinas, invadido los salones del Congreso y amenazado la seguridad de funcionarios elegidos.
EAM

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