El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró la víspera que no será destituido, y pidió calma durante su primera salida desde la toma del Capitolio por sus partidarios, que dejó cinco muertos y conmocionó al país.

“La 25 Enmienda es de cero riesgo para mí”, dijo en Alamo, Texas, en alusión a la presión de los demócratas sobre el vicepresidente Mike Pence para que, con apoyo del gabinete, Trump sea apartado del poder por considerarlo no apto para ejercer el cargo.

“Ahora es el momento de que nuestra nación se recupere y es el momento de la paz y la calma”, agregó el mandatario republicano, en una alocución que contrastó con el virulento discurso que pronunció el 6 de enero frente a sus simpatizantes, justo antes del asalto al Capitolio.

Más aislado que nunca en su propio partido, Trump podría convertirse en el primer presidente estadounidense en ser sometido dos veces a un proceso de juicio político.

La Cámara de Representantes considera hoy la acusación de “incitación a la violencia contra el Gobierno”, cuya votación se espera el mismo día.

Trump denunció el procedimiento iniciado por los demócratas como “totalmente ridículo”, y se negó a reconocer cualquier responsabilidad, pues su discurso fue “totalmente apropiado”; calificó de “error catastrófico” suspender sus redes sociales.

 

LEG

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