El responsable de la lucha antiterrorista de Nueva York estimó el jueves que Estados Unidos precisa de nuevas leyes frente a la amenaza que representan los extremistas y los “terroristas domésticos”, como quienes realizaron el asalto contra el Capitolio el 6 de enero.

“No tenemos leyes contra el terrorismo doméstico comparables con las que tenemos contra el terrorismo internacional”, lamentó John Miller durante una conferencia de prensa.

Hasta ahora, afirmó, “los estadounidenses hemos sido muy reticentes (…) a interrumpir actividades protegidas por la Constitución. Pero yo creo que debemos examinar de nuevo esta cuestión para los grupos que operan en Estados Unidos (…) con la idea de derribar un gobierno por la violencia”.

“No debería haber una larga lista de estatutos federales a la que tengamos que recurrir para averiguar cuál puede ajustarse a un delito individual. Debería haber un estatuto global que cubra las organizaciones de terrorismo doméstico“, argumentó Miller.

“Quienes consideraban que no era una buena idea hace dos semanas, deberían reflexionar probablemente de nuevo ahora”, añadió.

Para luchar contra las amenazas de Al Qaida o del grupo Estado Islámico, catalogados como “organización terrorista extranjera”, las leyes estadounidenses autorizan a las fuerzas del orden a procesar a cualquiera que les aporte el mínimo apoyo material.

Un estadounidense puede así ser enjuiciado si discute en un foro del grupo Estado Islámico, pero no si interacciona con un grupúsculo neonazi situado en Estados Unidos, aunque esté construyéndose un arsenal.

Analistas consultados recientemente por AFP subrayaron que Estados Unidos está peor armado frente a las amenazas de la violencia de extrema derecha que ante los yihadistas.

 

TFA

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