Respeto, unión, amabilidad, cuidado del medio ambiente, inclusión y puertas abiertas en Estados Unidos… son objetivos que hace apenas unas horas se encontraban a la popa del barco que navegaba Donald Trump. Ahora están a mira de telescopio del nuevo capitán demócrata, Joe Biden, quien firmó ayer las primeras órdenes ejecutivas para llegar más rápido a la tierra prometida, entre las que se encuentra frenar la construcción del muro fronterizo con México.

Si bien es apenas el primer paso hacia un nuevo enfoque en la política migratoria, el simbolismo pesa porque es totalmente contrario a lo que el republicano planteó desde su primera campaña presidencial: uno de los 17 documentos signados ayer consiste en acabar con la emergencia nacional decretada por su predecesor, y que permitía desviar fondos hacia la construcción de la barrera sur. Obra que, a la vez, fue una falacia de Trump, pues se construyeron apenas unos 130 kilómetros de valla, y México no pagó por ellos, como el magnate presumía en masivos mítines.

El nuevo líder de la nación con 328 millones de habitantes también envió un proyecto de ley a los legisladores que abre el camino a la ciudadanía para más de 10 millones de inmigrantes.

En su discurso tras juramentar el cargo, el exvicepresidente de Barack Obama le dijo al mundo que habían superado una difícil prueba para su democracia, y el nuevo rostro hacia el exterior tomó forma con la decisión de eliminar la construcción de la polémica barrera, y otras relacionadas con su apertura global.

Las acciones incluyen el levantamiento inmediato de la prohibición de viajar hacia EU para 13 países africanos y de mayoría musulmana; además revierten una orden de Trump que evita que inmigrantes ilegales sean considerados en el censo electoral.

Biden preservará y fortalecerá el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que protege de la deportación a los migrantes que llegaron al país cuando eran niños.

Hacia el interior, envió un mensaje moral a su equipo, uno que refrescó a los medios nacionales, acostumbrados a otros tonos desde la Casa Blanca: “cualquier trabajador que hable de forma irrespetuosa a un colega o subordinado, será despedido en el acto”.

Infografía: Xavier Rodríguez

FRASE

“Es un día histórico y de esperanza, de renovación y resolución. La historia, la fe y la razón nos muestran el camino: el de la unidad”

LEG

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