Fiscalía General de Puebla confirma captura de una célula de Zetas: El caso de Esteban Fosado fue utilizado por el PRI para el lucro electoral en la Sierra Norte, donde el político de Xicotepec fue secuestrado, asesinado después. Ante el anuncio oficial de la aprehensión de sus presuntos asesinos, los priistas callan
Redacción
El PRI y su candidata, Blanca Alcalá Ruiz, lo utilizaron como parte del lucro electoral.
En su visita al municipio de Xicotepec de Juárez, hace unos días, la abanderada no desaprovechó la oportunidad para sacar a la luz el caso del plagio y asesinato del priista Esteban Fosado Fuentes.
“La delincuencia ha azotado a las familias” de la región. Fue una de las tantas frases que pronunció Alcalá Ruiz en su arenga.
Sin embargo, la priista se quedó sin argumentos ni oportunidad para sacar más raja sobre ese lamentable caso.
La Fiscalía General del Estado de Puebla esclareció el homicidio y secuestro de Esteban Fosado, quien fue visto por última vez el pasado 15 de septiembre cuando se dirigía rumbo a su pueblo: Xicotepec.
Su cuerpo fue ubicado 11 días después de su desaparición, pero hasta el pasado 16 de abril la Fiscalía tuvo los resultados de las pruebas que validaban la identidad del priista.
De acuerdo con las investigaciones realizadas, en el plagio y asesinato están involucrados cinco sujetos -cuatro hombres y una mujer- originarios del estado de Veracruz.
Y no eran delincuentes comunes.
Todos formaban parte de una célula del cártel de Los Zetas.
Para llegar a los responsables, la Fiscalía tuvo primero que resolver el secuestro de otro empresario oriundo de Venustiano Carranza, también en la Sierra Norte.
El dispositivo de seguimiento e investigación se realizó minuciosamente. La Dirección de Secuestro y Delitos de Alto Impacto reunió los datos, tejió la trama y dio con los delincuentes.
Fue el 15 de abril pasado, un día antes de que las pruebas de identificación acreditaran la identidad de Esteban Fosado, cuando la Policía Ministerial capturó a los plagiarios, quienes viajaban fuertemente armados, a bordo de un vehículo marca Chevrolet, tipo Optra, color dorado, sin placas de circulación.
La revisión de la unidad en la base de la entidad encargada de la procuración de justicia local y documentos presentados por los familiares de la víctima permitió comprobar que el vehículo pertenecía al también secretario particular del diputado federal Carlos Barragán y era el mismo “en el que viajaba cuando fue privado de la libertad” y posteriormente trasladado con rumbo a Veracruz, en donde lo asesinaron.
La resolución de los dos secuestros llevó a la Fiscalía General del Estado a descubrir que los responsables eran originarios de Veracruz, y operaban tanto en ese lugar como en la Sierra Norte.
Fueron detenidos justo cuando se internaban en el territorio poblano.
Tras darse a conocer la resolución del caso, en el PRI poblano sólo hubo silencio.