No fue la mejor versión poblana, Atlas siguió cerrándole todos los espacios al equipo de la Franja, no hubo tanta claridad, pero al final el Puebla de la Franja ganó 1-0 el partido de vuelta (primero de liguilla en 25 años en el Cuauhtémoc y primer triunfo en una vuelta en casa en casi 31) para clasificar a semifinales donde además volverá a cerrar en la Angelópolis. Ante la falta de espacios y la misma tonada que habían cantado los rojinegros en los dos juegos previos (uno de fase regular y el de ida en Guadalajara), el Puebla contestó con la misma intensidad y con un argumento que ha repetido hasta el cansancio esta temporada: Equipo. Porque los que aparecieron para ganar el boleto a semifinales fueron algunos de los menos habituales o de los que han sido más cuestionados https://www.youtube.com/watch?v=RODri1qj4Lc.
Nicolás Larcamón movió al equipo y colocó a Amaury Escoto en lugar del lesionado Christian Tabó para tener dos puntas con el propio Escoto moviéndose fuera del área, pero tras 23 minutos era el Atlas el que seguía dictando condiciones con su presión alta, robando varios balones en la salida ante el nerviosismo poblano incluyendo al guardameta Antony Silva quien regaló una pelota en un despeje con la mano, por lo que se veía un equipo nuevamente ahogado así como en la ida en la Perla Tapatía, pero bastó un zapatazo de Amaury Escoto que pegó en el travesaño para que el Puebla empezara a encontrar pequeños resquicios en el aparato de los visitantes. La jugada la había iniciado Juan Pablo Segovia, el central por la izquierda, quien lo mismo estuvo muy concentrado para hacer sus relevos defensivos que se convirtió en una de las salidas de los locales ante el buen trabajo tapatío para tapar a Salvador Reyes quien fue nulificado, pero Segovia empezó a visitar terrenos del Atlas y sus cambios de frente también le dieron aire al Puebla.
Luego del aviso de Escoto, Daniel Aguilar también estuvo cerca de abrir el marcador en una jugada donde el Puebla por fin pudo combinar cerca de la portería del Atlas, sin embargo, el cuadro visitante se recompuso y terminó el primer tiempo generando una llegada muy peligrosa bien contenida por Silva que volvió a demostrar su valía en el arco camotero. El arranque del segundo tiempo repitió las constantes de la serie, con el cuadro rojinegro generando peligro; vinieron los primeros cambios con los ingresos de Daniel Álvarez por Daniel Aguilar con lo que ya había más hombres de ofensiva y Emmanuel Gularte por un Maximiliano Perg que vio la tarjeta amarilla, pero los minutos transcurrían y los visitantes estaban cerca del boleto a semifinales para romper una sequía de 17 años. Al 63, Larcamón volvió a tirar del banquillo para jugarse el todo por el todo ya que sacó a sus carrileros para dar paso a hombres con tendencia ofensiva, Reyes salió para dejar su lugar a Araújo y Corral cedió su puesto a Gustavo Ferrareis, el brasileño cuya llegada generó mucha expectativa entre los aficionados poblanos, misma que creció por sus buenos minutos de presentación frente a Tijuana pero que luego careció de continuidad debido a las lesiones y hasta alguna expulsión, al grado de sólo sumar 8 juegos, 119 minutos disputados, con 28 minutos como máximo en el partido de la fecha 9 ante León.
Mientras, el Atlas decidió dar un paso hacia atrás con los cambios de Diego Cocca que al 60 retiró a Jeremy Márquez y Cristian Trejo para ingresar a jugadores de recuperación como Edgar Zaldívar y Pablo González, tres minutos más tarde por fin el Puebla encontró un espacio en la jugada más inesperada: Un despeje largo de Silva que peleó y peinó Escoto (de buen partido) para que Ferrareis se diera un autopase con la cabeza y ganara por velocidad a Malcorra, luego el brasileño tuvo la virtud de no dejarse llevar por la desesperación y mandó un centro raso y venenoso al área donde cerraba el voluntarioso pero maniatado hasta ese momento, Santiago Ormeño. El defensor atlista, Anderson Santamaría siguió tan pegado a Ormeño que llegó al balón de Ferrarreis para empujarlo involuntariamente a su portería. El Puebla había roto una racha de más de 333 minutos sin gol y encontraba lo que necesitaba para llegar a semifinales.
Atlas volvió a modificar y ahora metió a los delanteros que tenía en la banca con Furch y Herrera y más tarde Correa, mientras que el único cambio que le quedaba al técnico poblano fue Lucas Maia en lugar de Omar Fernández, pero el defensor brasileño fue clave ante la lluvia de centros que intentaron los rojinegros en la parte final del juego ya que un gol de los visitantes significaba obligar al Puebla a marcar otros dos. Los locales tuvieron oportunidades que desaprovecharon para marcar el segundo, sobre todo una de Escoto en un mano a mano con el guardameta atlista, Camilo Vargas, y un disparo de Daniel Álvarez que se fue por arriba.
No fue la mejor versión poblana siempre condicionada por la presión alta de los rojinegros, pero nunca cejó en su intento de buscar un resquicio mismo que encontró para meterse a su primera semifinal en 12 años. En la víspera del juego, Larcamón había prometido que el Puebla sería el Puebla y si bien hay que reconocer que el Atlas siguió desvirtuando el futbol de los Camoteros, también es importante señalar que en la cancha del Cuauhtémoc aparecieron los valores que construyeron a este Puebla inesperado: Concepto de equipo por encima de las individualidades, no dar un balón por perdido y tratar de ir al frente. Si Reyes está tapado por izquierda, Segovia se suma, si Salas no tiene tiempo de distribuir, Fernández baja en su ayuda y si el colombiano no aparece lo intenta Aguilar. Si Perg vio una tarjeta amarilla, Gularte ingresa para cumplir junto a un Israel Reyes cuyo crecimiento es muy notorio ya que de no jugar pasó a convertirse en esencial para el aparato defensivo poblano por su plurifuncionalidad y por su tranquilidad en momentos de apremio. Si Ormeño está muy marcado, Escoto aparece para brindar destellos que resultaron fundamentales en el juego del sábado y si tiene que aparecer un hombre con pocos minutos para realizar la jugada clave llega Ferrareis. En ese sentido, Larcamón cumplió porque el del sábado en el Cuauhtémoc fue el Puebla ya que a pesar de las dificultades planteadas por el rival supo encontrar el triunfo con su principal atributo: El equipo.
Este Puebla que disputará la semifinal ante Santos Laguna, la primera en 12 años, el primer partido de vuelta en semifinal en 25 años y que buscará meterse a su primera final desde que los torneos cortos se instauraron en el Invierno 96, tiene muchas vías para hacer daño y en el camino ha confirmado algunos nombres propios y ha encontrado otros, pero ha llegado hasta aquí por su idea de equipo y tras el susto de los Cuartos deberá plantear mejor la ida frente a los laguneros, una plaza muy complicada en la que no ha ganado en el nuevo estadio de Torreón, mientras que en la ciudad norteña no gana desde el 10 de octubre de 1999 en el debut como técnico de Mario Carrillo, estratega que también llevaría al Puebla a una semifinal en el Verano 2001 justamente frente a los laguneros y que se saldó con empate global a 6 https://www.youtube.com/watch?v=gD0mdHWWLKo&t=126s, pero en la que los norteños avanzaron por los goles como visitante. Además, el Puebla no le ha ganado un partido a Santos desde el 20 de enero de 2013 cuando se impuso 2-1 en el Cuauhtémoc con los goles de Félix Borja al 32 y de Luis Miguel Noriega al 91 que supuso la victoria luego de que al 56´ Oribe Peralta había empatado para los laguneros, en un partido que supuso el 650 en la trayectoria del arquero, Oswaldo Sánchez https://www.youtube.com/watch?v=ceU3OjIi_P0. Esa victoria poblana a su vez significó terminar con una mala racha poblana que sumaba ocho años sin ganar a Santos ya que no lo hacía desde el 16 de septiembre de 2004 con gol de Gabriel Caballero al 57.
Es decir, el Puebla tiene que romper varias marcas negativas para llegar a su primera final en torneos cortos: Imponerse a un rival al que sólo ha logrado ganar dos veces en casi 17 años; para ello, deberá recuperar muchos aspectos futbolísticos que lo caracterizaron a lo largo del campeonato entre ellas ciertas asociaciones como la de Reyes y Araújo por izquierda, así como mantener la seguridad defensiva y tratar de anotar como visitante para tener un argumento más para la vuelta, pero donde otra de las claves será mantener la idea que ha catapultado a esta versión camotera: Ser equipo.
@abascal2
El Blog de Puebla Deportes por Antonio Abascal